Perdió mucho más que el invicto de local y preocupa

CARLOS AUZQUI, A LA CARRERA, SE FUE AL ATAQUE PERO RECIBIÓ LA FALTA Y QUEDÓ TENDIDO SOBRE EL CÉSPED

En medio de la bronca por la goleada, m ás de uno se preguntó anoche en el Estadio Ciudad de La Plata cuándo había sido la última vez que Estudiantes perdió de local. Es que venía invicto en este certamen y había sacado el grueso de los puntos que tiene jugando en esa condición. Pero más allá del dato estadístico, este nuevo y muy duro traspié, que se suma a la eliminación de la Copa Argentina, puso en evidencia falencias importantes en el funcionamiento del equipo y encendió una alarma camino al partido del martes ante Peñarol, por la Sudamericana.

La última vez que el Pincha había perdido jugando como local, por el torneo de Primera, fue el 27 de abril de este año, en la 16ta. fecha del torneo Final. Fue 0-1 ante Godoy Cruz, con gol de Fernando Castillón, en el mismo escenario donde ayer cayó ante la Academia.

Desde entonces, derrotó 3-0 a San Lorenzo en la fecha 18 de aquel torneo. Y ya en el presente certamen venció a Independiente 1-0 (fecha 2), a Boca 3-1 (fecha 4), a Belgrano 3-1 (fecha 6), empató en cero con Gimnasia (fecha 8) y le ganó a Vélez 3-2 (fecha 9).

Esa seguidilla le dio muy buenos dividendos al Pincha, pero se terminó anoche. ¿Sólo fue un mal partido como dijeron algunos jugadores?

Está claro que no, porque tuvo fallas gravísimas, estuvo desorientado por momentos y desbordado en otros. Además, a esta caída se le suma la eliminación de la Copa Argentina, el miércoles pasado. Por eso se impone parar la pelota para corregir errores. El tema es que el tiempo le juega en contra, porque el martes afrontará una parada clave ante Peñarol por la Sudamericana.

El arquero Silva la volvió a pasar mal y va camino a perder el puesto. Y hubo unos cuantos rendimientos muy flojos, que dejaron en evidencia que, cada vez que Pellegrino apela a la rotación de jugadores, los resultados resultan más negativos que positivos.