El derecho de admisión

¿Hubo discriminación al rechazar a una alumna de seis años en el Sagrado Corazón? El caso que se expone en esta página recién ha dado lugar al inicio de una investigación. Sería prematuro, entonces, aventurar cualquier juicio. Pero debe decirse que las dudas y confusiones que muchas veces genera el “derecho de admisión” en las escuelas merece una especial atención. Los criterios para la admisión de estudiantes deberían ser muy claros y transparentes, asegurando además una aplicación ecuánime de las pautas que se manejen. A los padres que recurren a un colegio en busca de educación para sus hijos les deben garantizar, en cualquier caso, reglas claras. Y un protocolo de admisión que deje el mínimo espacio posible para la duda.

Algo es evidente: no puede en una institución educativa aplicarse “derecho de admisión” como en un local comercial. Como es obvio, son otros los valores en juego y otros deben ser los criterios.

En los casos en los que están involucradas cuestiones de salud y condiciones físicas, la toma de decisiones debe ser especialmente cuidadosa. Hay instituciones educativas -de todos los niveles, tanto privadas como estatales- en las que muchas veces no saben manejar situaciones excepcionales asociadas con capacidades diferentes o problemas físicos de cualquier índole. La falta de experiencia y de conocimiento muchas veces lleva a decisiones apresuradas y dolorosas.