El largo regreso a casa del Pincha

CARRILLO INTENTÓ PASAR AL ATAQUE, PERO TERMINÓ RECIBIENDO LA FALTA DE MERCADO Y QUEDÓ TENDIDO EN EL CÉSPED

El estadio de 57 y 1 es prioridad para hinchas y dirigentes desde hace un largo tiempo. Y cada vez que al equipo le toca dejar la ciudad para ser local, como le ocurrirá dentro de diez días contra Rosario Central, la pregunta es una sola: ¿cuándo estarán terminadas las obras en Tierra de Campeones?

La dirigencia pasada, con Enrique Lombardi a la cabeza, había asegurado en su campaña presidencial que el estadio iba a estar listo para ser utilizado dentro de seis meses. Se habló de que en marzo próximo Estudiantes podía ser local otra vez en su cancha, la que dejó hace casi una década para una remodelación total.

Pero al parecer esta nueva dirigencia no es tan optimista al respecto. Durante la campaña ya había puesto algunos reparos en cuanto a los tiempos de construcción y ya se había dudado de la rapidez para tener un estadio jugable. Lo estaría por confirmar.

Por eso en el primer mes de gestión los encargados de la obra recorrieron y tomaron un contacto real con el lugar. Existe un marcado hermetismo, pero algunos datos extraoficiales que se filtraron permiten asegurar que no será posible tener un estadio listo para marzo próximo.

Este medio tomó contacto con dirigentes y la respuesta fue clara: “Estamos relevando toda la información y para la próxima semana con seguridad tendremos un informe para hacerlo público”.

El mayor problema radica en los gastos asumidos con la empresa que está edificando los palcos de la calle 1. Por lo pronto se sigue construyendo el “esquinero” de 1 y 55, el que unirá visualmente los palcos con la cabecera del mismo modo que tiempo atrás se hizo en 1 y 57.

Además se sigue estudiando el campo de juego. Las versiones son tan distantes que no permiten, por ahora, una única opinión. Algunos dicen que fue mal colocado y habría que removerlo. Otros que a pesar de no ser lo más aconsejado se puede readaptar a los parámetros normales.

Del mismo modo se evalúan condiciones y conveniencias de las obras en los vestuarios y gimnasios del bajo tribuna de la calle 115. El presidente Juan Sebastián Verón estuvo reunido con empresarios para conseguir aporte externo y no habría que descartar una inyección económica, que de ser así será informada al momento de presentarse el informe mencionado.

La cancha tiene sus cuatro tribunas edificadas, inclusive dos de ellas (115 y 55) sus accesos terminados. Lo que más alejado está es la zona inferior de la tribuna del Bosque, en donde estarán los vestuarios y el acceso principal de los protagonistas. Del mismo modo falta la colocación definitiva de las butacas rojas y blancas, por ahora amuradas a los hierros pero todavía no a las estructuras de hormigón.

En donde viejos y nuevos dirigentes coinciden es en que los palcos de la calle 1 no necesariamente tienen que estar listos para poder inaugurar el estadio.

FINANZAS, EN OBSERVACION

Al igual que el estadio, la secretaría de finanzas sigue estudiando los libros contables encontrados, razón por la cual no habría que descartar un comunicado para los socios.

Como suele pasar cuando hay un cambio de mando, los que ingresan se sorprenden con los manejos anteriores, que nunca son definidos ni mejores ni peores, simplemente distintos.

De la mano de las finanzas está el personal estable que mes a mes le demanda una buena cantidad de dinero al club. Se habla de casi 600 empleados. ¿Se buscará una reducción o una reubicación?

CAJA MILLONARIA

También extraoficialmente se supo que en las dos semanas previas a las elecciones del 4 de octubre ingresaron a la caja, por la oficina de socios, poco más de un millón de pesos. Al parecer alrededor de 1200 socios decidieron regularizar su situación (cuotas atrasadas) y la caja se llenó de billetes.