Se acerca el verano y el camino a Punta Lara todavía pide auxilio

La última lluvia en la Región, muy fuerte e incesante, terminó de “borrar” lo poco que quedaba de sano en el pavimento del camino a Punta Lara. Ese tramo de diagonal 74 que une La Plata con el balneario de Ensenada padece, se sabe, un deterioro crónico tal que a la traza se la conoce más por su mal estado que por sus épocas renovadas.

Ahora acaban de comenzar las obras de recuperación integral de ese enlace clave entre nuestra ciudad y Ensenada, pero por lo que durará la ejecución de los trabajos - prevista para 270 días - se descarta que llegará el verano, miles de turistas visitarán los fines de semana esas playas del Río de la Plata, y la reparación estará sin concluir.

Desde que la autopista La Plata - Buenos Aires llega hasta diagonal 74, sólo un segmento del camino a Punta Lara se ve siempre en buenas condiciones: el que va desde la rotonda de la avenida 120 hasta, justamente, la subida al corredor rápido. El resto de la conexión con la localidad de Ensenada suele ser imposible de transitar y lo que en peores condiciones se ve es el tramo que se vincula a la actividad de la Ceamse, es decir, desde la entrada del relleno sanitario hasta la altura en que se mantienen las mejoras por la proximidad de la autovía.

La traza recibe el paso constante de vehículos de menor y mayor porte, porque además de los autos particulares de vecinos de uno y otro lado la transitan de manera diaria micros (circula por ahí la línea 275 ) y una enorme cantidad de camiones de recolección de residuos que realizan la descarga en la planta de la Ceamse. Todo ese intenso movimiento vial, por lo general sin mantenimiento, hace que la calzada se agriete y se llene de fisuras y pozos.

EN TANTO, TIERRA CON CEMENTO

Como parte del plan de recuperación, hace unas semanas comenzó el bacheo en algunos tramos de diagonal 74 - ruta 11 - (el sector del puente sobre el arroyo El Gato y el del empalme con la ruta 15 hacia el casco urbano de Ensenada, ambos en dirección desde La Plata). En tanto, la dirección provincial de Vialidad, el organismo que está a cargo de la obra, decidió rellenar los pozos y las fisuras acentuados con la lluvia del martes y miércoles pasados con cemento y tierra. Se trata, según se explicó, de un recurso que, aunque precario, sirve para que los vehículos puedan pasar por esos sectores mientras que las obras llegan a ese sector.

“Ahora se están haciendo los otros bacheos, por eso se están emparejando con un material provisorio las placas que fueron más afectadas con la lluvia”, precisó el inspector de Vialidad, Néstor Sozze.

Según anticipó el técnico del organismo provincial, son unos 1.000 metros de calzada los que muestran el mayor deterioro. “Se van a levantar todas las placas de hormigón armado y se van a reemplazar por otras nuevas”, dijo Sozze.