Una nueva forma de dar las noticias

Las noticias siempre fueron cosa seria, esa hora en que la familia elegía a su dupla conductora preferida para que le cuente qué había pasado: y siempre hubo, entre los conductores, periodistas más descontracturados y otros más formales y clásicos.

Pero la tevé por cable cambió todo: 24 horas de noticias que muchas veces no se renuevan y un público fugaz, adepto al zapping, han provocado una revolución en la forma de dar las novedades del día, al punto tal que los conductores de la vieja escuela, como Nelson Castro, por caso, han dado lugar al humor en su programa.

Así, durante su envío por la señal TN, Castro presta el aire a su némesis, una versión ultrakirchnerista del galeno que lo acusa de golpista y refuta sus teorías. El programa de Castro estuvo siempre marcado por la formalidad de su conductor y sus largos monólogos, pero a partir de la entrada de Ariel Tarico, el imitador que representa a “Nelson K”, ha encontrado un espacio para quitarle formalidad al programa, entretener a la siempre fugitiva audiencia, acercarse a nuevos públicos y, desde el humor, realizar algo similar a un contrapunto en un programa que antes estaba protagonizado por una sola voz.

LOS MUÑECOS DE FEINMANN

Si tanto Nelson Castro como Jorge Lanata y numerosos programas radiales se han alimentado del fenómeno de los imitadores surgidos de diversos programas de humor, desde “Sin codificar” hasta “ShowMatch”, la señal C5N ha seguido una vía alternativa: cuentan con un software que produce imágenes digitales de diversos personajes, desde Hugo Moyano a Maravilla Martínez, ampliando así la gama de posibilidades de los personajes.

Quien más explota esta herramienta es Eduardo Feinmann en “El diario”. Además del repaso de noticias, el periodista ofrece varios segmentos en los que se presta para el humor y la autoparodia, a veces debatiendo con enemigos declarados de sus posturas, por ejemplo, peleándose con Malena Pichot y Andy Chango sobre el consumo de drogas en discusiones que apuestan al bizarro para capturar a los espectadores. Feinmann ha llegado al punto tal de que, en su programa, ha aparecido incluso una animación de sí mismo, en plan “Nelson K”.

Las animaciones también pululan en “HD”, el programa de la señal de noticias que conduce Antonio Laje, un envío que, como tantos segmentos noticiosos del cable, cuenta con un panel que se parece más al estilo de programa de chimentos, con discusiones y cruces, que al formato clásico de noticiero.

La oferta de 80 canales, diez de los cuales son exclusivamente de noticias, es la razón principal para apelar al humor. Los tiempos cambian y con el nuevo consumidor, más joven y acostumbrado a los formatos breves y estridentes de YouTube, no alcanza con que las noticias sean dadas de modo juicioso, equilibrado y profundo, como propone el modelo clásico de los noticieros: también las noticias son, hoy, parte del mundo del entretenimiento.