Un pequeño laboratorio de 98 kilos a 511 millones de Km de distancia

El Philae es un pequeño laboratorio, del tamaño de una heladera y de 98 kilogramos de peso, cuya principal misión es estudiar la composición del cometa para averiguar si estos cuerpos celestes, los más antiguos del Universo, pudieron haber traído el agua y la vida a la Tierra en el momento de la gran explosión.

Ya posado en el cometa, el Philae se comunica a través de la Rosetta -la sonda madre que acompañará al cometa hasta que éste se acerque al Sol- y todas las señales que mandan las dos naves llegan a la Tierra 28 minutos después, porque viajan a la velocidad de la luz y se encuentran a una distancia de 511 millones de kilómetros.

Es por eso que todas las correcciones de las maniobras se producen más o menos con una hora de demora, porque las señales desde los controles en Alemania también tardan en llegar a las naves otros 28 minutos.