Atentos al brote de paperas en el Lobo

Sin lugar a dudas que el brote de paperas que apareció en las divisiones juveniles de Gimnasia hace tres semanas atrás, ha generado cierto revuelo en la vida interna del Club. Hasta el momento han sido 20 los chicos afectados, mayormente de la Cuarta y Sexta División (esta ayer no se presentó a jugar por no contar con los suficientes jugadores), mientras que en las divisiones más chicas solo hubo un par de casos.

Según se informó también, se contagiaron de paperas una administrativa que trabaja en la pensión de la Sede, como así también un jugador del plantel superior de básquet.

En la jornada de ayer regresaron a jugar oficialmente tras 15 días de inactividad, lo mismo que la Reserva que lo hizo el jueves ante Independiente. Desde la parte médica se espera que los casos vayan disminuyendo, a los que están afectados se les recomendó reposo domiciliario y aquellos que aún no se contagiaron se les recomendaron acciones preventivas y también fueron vacunados.

Por otra parte, durante esta semana se seguirá de cerca si siguen apareciendo casos, y es muy probable que los planteles mayores de juveniles dejen de entrenar en Abasto y se los lleve a otro predio por precaución, mientras que las categorías menores seguirán entrenando en El Bosquecito. Pero está claro que si se dan casos de manera masiva, podría decidirse nuevamente suspender las actividades, pero si aparecen pocos, se los aislará y se continuará trabajando en la prevención del resto.

Desde el cuerpo médico se tomaron las decisiones de no entrenar y jugar por dos semanas, según las indicaciones de infectólogos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que también se comprometieron desde un primer momento a colaborar con los facultativos Triperos.

Por otra parte, vale agregar, que en otros clubes también han aparecido casos de paperas, dentro de la Provincia.

DETALLES SOBRE LAS PAPERAS

Las paperas o parotiditis es una enfermedad de origen viral. Se transmite de persona a persona a través de las secreciones que elimina un individúo enfermo al hablar, toser o estornudar o bien por contacto directo con cualquier objeto contaminado con estas mismas secreciones. El período de incubación se puede extender de 12 a 25 días.

Los principales síntomas son hinchazón facial, que es el síntoma más notable provocado por la inflamación de las glándulas salivales. Esta puede ser muy dolorosa y a veces es el único síntoma. También puede aparecer fiebre, dolor de cabeza, en los músculos, cansancio y falta de apetito.

En casos graves, las paperas pueden afectar otros órganos como el sistema nervioso central, el páncreas, los testículos y ovarios. Estos casos se pueden manifestar con alguno de los siguientes síntomas como somnolencia, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, vómitos, dolor en testículos y escroto.

En particular afecta, principalmente, a niños entre los 2 y 12 años que no han sido vacunados contra la enfermedad. Sin embargo, la infección puede ocurrir a cualquier edad. En los adultos puede ser más seria y traer otras complicaciones.

Cuando el virus de las paperas en adultos afecta a los dos testículos del hombre, aunque suele ser excepcional, pueden provocar atrofia e infertilidad. Otras posibles complicaciones son la pancreatitis y parotiditis meningitis, las cuales pueden requerir hospitalización. Hay que prestar especial atención, en el caso de la mujer, si las paperas coinciden con el embarazo. Si se contraen en el primer trimestre puede ser un riesgo de aborto involuntario.

Entre las prevenciones, más allá de vacunación entre los más pequeños, se pueden tomar otras medidas como lavarse bien las manos con agua y jabón. No compartir cubiertos a la hora de comer. Limpiar las superficies que se tocan con frecuencias con agua y jabón.

Una vez contagiado, no hay un tratamiento específico. Suele ser paliativo para calmar los síntomas con medidas como beber abundante cantidad de líquido para mantenerse hidratado, consumir alimentos blandos que no requieran mucha masticación. Evitar los alimentos ácidos o los alimentos que hagan que la boca segregue saliva, como los cítricos.