Juan Patricio Azcune

JUAN PATRICIO AZCUNE

Solidario, comprometido con los suyos, solvente en su profesión al punto de desempeñarse, a pesar de su juventud, como docente de posgrado en el terreno de la odontología, Juan Patricio Azcune se ganó a lo largo de sus 36 años de vida el cariño y el respeto de aquellos a quienes ofreció su mano generosa y su sonrisa franca.

Hijo de Cristina Roletto, odontóloga, y Edgardo Azcune, comerciante, hermano menor de Juan Ignacio, Juan Patricio nació en nuestra ciudad el 11 de septiembre de 1978.

El barrio de La Loma y luego el de plaza Belgrano fueron escenario de sus primeros pasos; en las aulas del Normal 2 de diagonal 78 entre 4 y 5 se desarrolló su formación, desde el jardín de infantes hasta su egreso como bachiller tras la etapa secundaria.

Graduado como odontólogo en la Universidad Nacional, apuntó a especializarse en las áreas de endodoncia y periodoncia. Se sumó al consultorio familiar, al tiempo que sus servicios fueron requeridos por el departamento de Servicios Sociales de la Policía bonaerense.

Profesor de grado y posgrado en la facultad de Odontología de la Universidad Católica-Convenio SOLP, tenía a su cargo la jefatura de Trabajos Prácticos en Periodoncia.

Apasionado por el pulso de los ritmos y los parches rioplatenses, el “Pitu”, tal como se lo conocía en el trato cotidiano, integró la cuerda de tambores Lonjas 932 y organizó numerosas jornadas murgueras en el barrio tolosano de 9 y 528 en el que residía desde hace algunos años.

Afiliado a la Unión Cívica Radical, fue un activo militante durante sus años universitarios, postulado por sus correligionarios para ejercer diferentes cargos de representación estudiantil desde el seno de la agrupación Franja Morada.

Hincha “de tablón” de Gimnasia y Esgrima, siguió al Lobo platense con fervor. El fútbol no fue ajeno a sus múltiples intereses, tanto que llegó a jugar el papel de director técnico del combinado de la Sociedad Odontologica local.

Siempre bien predispuesto a la hora de la “gauchada”, emprendedor, dinámico, inquieto y sociable, se consolidó como eximio chef a partir de su participación en cursos de cocina cuyos frutos disfrutaron sus numerosos amigos, familiares y su novia Cecilia Lorenzetti, con quien compartió una entrañable historia de amor.