River eliminó a Boca y es el finalista de la Sudamericana

R iver Plate se metió en la final de la Copa Sudamericana al derrotar anoche a Boca Juniors por 1 a 0, en un Monumental atestado de hinchas, con un estupendo gol anotado por Leonardo Pisculichi, en el primer tiempo.

Cabe recordar que en el partido de ida, jugado en la Bombonera, habían igualado con el marcador en blanco.

Marcelo Barovero le atajó un penal a Gigliotti en el arranque y Cata Díaz fue expulsado en el final

Ahora, en la gran final, el equipo de Marcelo Gallardo se cruzará con Atlético Nacional de Medellín, que viene de dejar afuera al San Pablo. Los encuentros se jugarían el 3 de diciembre (en Medellín) y el 10 del mismo mes (en Núñez).

El arranque fue para el infarto en el Monumental. La gente no se había terminado de acomodar cuando, a los 17 segundos en el área local Ariel Rojas intentó rechazar un balón sin percatarse que venía corriendo César Meli. El botín zurdazo del volante de River fue a impactar en el jugador de Boca y el árbitro Germán Delfino no dudó en cobrar el penal. Así, antes del minuto de juego, Boca tenía la chance de ponerse en ventaja con lo que obligaba a River a dar vuelta el resultado.

Por protestar airadamente el fallo del árbitro, Mercado y Ponzio vieron la amarilla. Y Emmanuel Gigliotti acomodó la pelota a once metros de Barovero. Tras una pausa por culpa de un rayo láser que le obstaculizaba la visión, el Puma tomó carrera y remató a colocar, pero el capitán de River le adivinó la intención y arrojándose hacia su izquierda le desvió el remate con la mano derecha.

Esto no hizo más que encender aún más los ánimos de los dos y se hizo un partido de ida y vuelta. A los 12, otra vez dispuso del gol Gigliotti y otra vez se lo ahogó Barovero. Federico Carrizo partió en velocidad desde la mitad de la cancha, dejó a dos rivales en el camino y sacó el derechazo cruzado hacia la valla. Barovero dio rebote largo y el Nº 9 quedó de cara al gol, pero el arquero se levantó rápido y le tapó la definición. La respuesta local se gestó un minuto más tarde, cuando Pisculichi desbordó por izquierda y envió el centro para Carlos Sánchez que entró libre, pero definió mal de zurda, por encima del travesaño.

El estallido de la gente millonaria llegaría a los 16’ cuando Mora aguantó una pelota de espaldas y descargó para Ponzio que, de primera, alargó hacia la izquierda para la trepada de Vangioni, y el Newell’s la metió en el área. Pisculichi definió con gran maestría, de zurda y de primera y colocó el balón abajo, contra el palo derecho de Orión que sólo atinó a mirar.

Claro que abría más. A los 30’, Gigliotti encontró el empate, pero le anularon el gol por una posición adelantada que no existió. Había recibió en el área habilitado por Ponzio y definió al ángulo, pero Núñez levantó la bandera y Delfino anuló la jugada. Luego Ponzio pudo haberse ganado la segunda amarilla, pero Delfino le perdonó la vida. A los 38, Forlín dispuso del empate con un cabezazo que se fue apenas por encima del travesaño. Sobre el final, en donde bien pudo haber empatado Boca (un cabezazo de Gigliotti se perdió cerca del palo izquierdo), la visita perdió a Fernando Gago, por lesión. A los 41’ fue relevado por el chileno Fuenzalida. Tres minutos antes el volante había sufrido un golpe de Rojas, aunque antes, por una molestia, le aplicaron un vendaje en el muslo de la pierna derecha.

En el complemento el partido cobró más vibración ya que Boca fue por el empate, que lo hubiera depositado en la final directamente, mientras que River trató de defender la ventaja aunque, de contragolpe, dispuso de chances claras para aumentar la diferencia porque encontraba espacios en un Boca desarmado. Teo tuvo el segundo, pero pifió. Después, Pisculichi lo probó a Orión, quien inmediatamente volvió ser exigido por el delantero colombiano. Rodolfo Arruabarrena decidió incluir a Chávez, la última carta en ataque. Pasaban los minutos y se acrecentaba el suspenso. Boca iba como podía, Carlos Sánchez desperdiciaba contras. Llegó el turno para la ovación a Rodrigo Mora y los aplausos para la vuelta al Monumental de Fernando Cavenaghi. Cinco de descuento. Expulsión de Daniel Díaz. Y River finalista.