Asumieron dos secretarios como jueces federales y sigue la fuerte controversia

Después de la controvertida decisión del Consejo de la Magistratura de la Nación que los designó al frente de dos juzgados a pesar de no ser jueces, los secretarios Laureano Durán y Jorge Di Lorenzo asumieron ayer en los lugares que habían quedado vacantes por el fallecimiento del juez Manuel Blanco y la jubilación de Arnaldo Corazza.

Durán, como se sabe, queda de esa forma a cargo del juzgado federal que tiene exclusiva competencia en materia electoral. Es el encargado de supervisar todo el proceso de elecciones, desde la habilitación de candidatos hasta la convalidación de padrones. Por eso es que, en vísperas de las cruciales elecciones del próximo año, a esta designación se le asignaba una importancia estratégica.

Desde el Gobierno, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió a defender la designación de Durán y afirmó que “es un insulto de la oposición” decir que “se ha designado a un juez para manipular el proceso electoral”.

La oposición en pleno -como se informó ayer- salió a cuestionar las designaciones. Tanto Ernesto Sanz y Julio Cobos (UCR) como Sergio Massa, Hermes Binner y encumbrados dirigentes del macrismo coincidieron en calificar estos nombramientos como una “maniobra política” encaminada a “cooptar resortes clave de la Justicia” desde el oficialismo nacional.

Toda la oposición coincide en que se violó el procedimiento para la designación de magistrados y se puso al frente de estos juzgados a funcionarios que no tienen acuerdo del Senado (como exige la Constitución para el ejercicio del cargo de Juez).

El Consejo de la Magistratura se valió de una cláusula reglamentaria que habilita, para casos excepcionales, la designación de secretarios como jueces subrogantes.

Los subrogantes son aquellos magistrados que cubren un juzgado en forma provisoria, hasta tanto se defina por concurso la cobertura de la vacante. Pero esa subrogancia, en los hechos, puede prolongarse durante años.

El Consejo le había pedido una opinión a la Cámara Federal de La Plata que, en una reñida resolución, avaló la designación de secretarios para ejercer como jueces subrogantes. Aquel dictamen reflejó las profundas divisiones que existen en el seno de la Cámara.

En el Consejo de la Magistratura la decisión también fue muy reñida. Las designaciones se aprobaron por siete votos contra seis. Fue clave, otra vez, la adhesión al oficialismo de la presidenta de ese organismo, la jueza Gabriela Vázquez.

Hay que recordar que en el fuero federal de La Plata hay cuatro juzgados de primera instancia: el 2 y el 4 tienen competencia civil; el 1 y el 3 la competencia penal. Pero el 1, además, es el que ejerce la exclusiva competencia electoral y por eso ha tenido siempre una importancia estratégica. Al juez Blanco, en su momento, le tocó dirimir, por ejemplo, sobre la validez de las candidaturas testimoniales o sobre la habilitación de la candidatura bonaerense de De Narváez.

Por eso es que desde la oposición afirman que “una designación política y forzada en ese lugar clave, representa un claro peligro institucional”.

La designación en el juzgado 3 también es clave porque ese juez es el que reemplaza al del 1 en caso de ausencia o licencia, de manera que las dos designaciones dispuestas por el Consejo están vinculadas.

La controversia no quedó cerrada porque los consejeros de la Magistratura que votaron en contra de las designaciones evalúan ahora apelar a la Justicia para impugnar esos nombramientos. Creen que el andamiaje legal en el que se apoyan las designaciones es insuficiente y viola el mecanismo expresamente previsto por la ley y la Constitución para la designación de magistrados.

Mientras tanto, en una ceremonia discreta, Durán -hijo del camarista federal Alberto Durán, que murió hace unos años en un accidente automovilístico- y Di Lorenzo asumieron ayer los cargos en los que fueron designados. Fue en uno de los salones del ex Hotel Provincial de La Plata, donde funciona -como se sabe- la Justicia Federal.

Así se completó un nuevo capítulo de una tensa trama de controversias y desacuerdos para la cobertura de estos juzgados clave en la estructura de la Justicia nacional.

No queda claro, sin embargo, si allí termina la cosa. La oposición promete llevar la pelea a nuevas instancias.