Al final, le dieron el hábeas corpus a la orangutana del Zoo porteño

SANDRA, LA ORANGUTANA DE SUMATRA

En un fallo inédito, la Sala II de la Cámara de Casación Penal le reconoció a una orangutana del zoológico porteño derechos básicos después de ser declarada “sujeto no humano”, y le concedió un hábeas corpus, figura legal que se utiliza para casos de personas privadas ilegítimamente de su libertad.

En noviembre pasado, el hábeas corpus, pedido por la Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derecho de los Animales (Afada), había sido rechazado por la jueza penal de instrucción Mónica Berdión de Crudo. En aquella oportunidad, la jueza rechazó el pedido porque consideró que, “en materia de hábeas corpus, el animal no puede ser equiparada a un ser humano”, aunque dispuso remitir el expediente a otro juzgado para que se investigue si Sandra, tal el nombre del animal que se encuentra en el zoo porteño, sufre maltrato, actos crueles o se viola la ley de protección a los animales.

Sin embargo ahora, la Sala II consideró que se trataba de un “confinamiento injustificado de un animal con probada capacidad congnitiva”.

La resolución, firmada por los jueces Alejandro Slokar, Angela Ledesma y Pedro David, representa un precedente radical en la jurisprudencia argentina, que hasta ahora consideraba a los animales como cosas. Y Sandra, una orangutana de Sumatra que desde hace 20 años vive en el zoológico, fue reconocida como persona jurídica. Esto le abre el camino para ser trasladada a un santuario brasilero donde podría vivir en semilibertad.

“PEDIDO FUNDAMENTALISTA”

La Afada había detallado en su reclamo original que la orangutana de Sumatra estaba sufriendo por el encierro y “por estar exhibida ante las personas que visitan el zoológico de Palermo”. Para ellos, Sandra estaba “privada de la libertad” de manera ilegal: es decir, presa. Y por eso debía contar “con los mismos derechos que un ser humano”.

Para el jefe de Biología del Zoo porteño, Adrián Sestelo, “en estos pedidos fundamentalistas se desconoce el comportamiento natural de la especie. Los orangutanes son animales solitarios y muy tranquilos, que sólo se juntan para aparearse o atender a sus crías. Desconocer la biología de la especie, alegando injustificadamente maltratos, estrés o depresión del animal, es incurrir en uno de los errores más comunes de los seres humanos, que es humanizar cualquier conducta animal. Sandra goza de cuidados excepcionales y vive en soledad porque es lo que requiere su especie”. Pese a todo, ahora se está evaluando su traslado a una ONG de Brasil.