Ausencias que generan algunas especulaciones

Por | Mariano Perez de Eulate

E l dato político más fuerte del acto de inauguración de la terminal de contenedores del Puerto La Plata, realizado ayer a la mañana, fue la ausencia casi total del gobierno nacional en el evento. La administración de Daniel Scioli había albergado la esperanza de la presencia de Cristina Kirchner en el lugar, como escenario ideal, o en su defecto de establecer una videoconferencia con la Casa Rosada, una metodología que parece adorar a Presidenta cuando le interesa dejar su impronta en algún corte de cintas.

Fuentes políticas del peronismo señalaban ayer esa ausencia como un síntoma inequívoco de cierta idea de Cristina de enfriar el ímpetu que viene mostrando Scioli en la carrera presidencial y que lo ha llevado, incluso, a explorar una etapa de máxima “kirchnerización” en su discurso y en sus modos en busca del anhelado apoyo de la Casa Rosada.

La Presidenta parece querer que el bonaerense no se recorte demasiado en el recorrido electoral del Frente para la Victoria que, al menos en lo formal, sigue teniendo un ramillete de postulantes presidenciales. Otra lectura posible es que Balcarce 50 estima que si aquel despegue de Scioli se produce sólo debe darse cuándo y cómo quiera la Jefa de Estado.

ANTECEDENTE CERCANO

Marca indeleble de su estilo, Scioli muestra una paciencia inagotable. Antes del faltazo al acto de Berisso, Cristina había tenido un gesto de desdén hacia el gobernador, casi cruel, cuando se inauguró el tercer carril de la Autopista Buenos Aires-La Plata, una obra que fuentes sciolistas han calificado como de “prioridad absoluta” en esta etapa estival de la campaña presidencial del mandatario.

Esa vez sí hubo teleconferencia pero Scioli, en lugar de acaparar el rol estelar desde el corte de cintas, fue convocado a la Casa Rosada y sentado en un protocolar segundo plano. Su cara nunca quedó emparentada al evento, que supone un alivio de tránsito importante para esa vía que es manejada por una empresa estatal provincial. Ese gesto cayó pésimo en el sciolismo, un malestar que nunca será reconocido en público pero que en privado fue definido por calificadas fuentes bonaerenses con epítetos imposibles de reproducir en esta columna.

La Presidenta parece querer que el bonaerense no se recorte demasiado en el recorrido electoral del Frente para la Victoria

Hasta ahora, en el sciolismo percibían que el candidato más firme para disputarle al gobernador la Primaria Abierta del FpV era Florencio Randazzo. El ministro ha recibido ciertos gestos presidenciales que, en el lenguaje no escrito de la política, suelen ser leídos como respaldos. Pero ahora, en varias mesas color naranja se está a la expectativa de cómo pueda impactar en la interna oficialista el nombramiento de Aníbal Fernández en la secretaría general de la Presidencia.

Aunque todavía no ha tenido gran protagonismo, en La Plata existe la sospecha de que el cristinismo podría buscar favorecer el posicionamiento de Aníbal en la grilla de los presidenciables. Hasta ahora, el de Quilmes se ubicaba allí pero en un lugar más bien simbólico, testimonial. Muchos le auguran un protagonismo en ascenso en detrimento del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que alguna vez sonó como aspirante a la sucesión de Cristina pero fue devorado por la dinámica y la alta exposición de su cargo.

POLARIZAR

Scioli, a modo de escudo, sigue mostrando encuestas que lo muestran como el oficialista mejor posicionado en la “pelea de arriba”, integrando ese lote de tres que incluye a Mauricio Macri y a Sergio Massa.

Pero lo que queda claro por estas horas es la reactivación de una estrategia del sciolismo que se había empezado a insinuar a mitad de este año: la de polarizar con el jefe de Gobierno porteño.

En cada aparición pública del Gobernador o de sus voceros habituales, que no son muchos, se apunta a dejar en claro que “el verdadero cambio de este modelo lo expresa Macri” o que “el PRO se afianzó como principal fuerza opositora”. Los encomillados, se aclara, pertenecen al propio Scioli aunque parezcan los dichos de algún dirigente cercano a Mauricio.

Es una suerte de ayudita verbal, parte de una idea que se basa en que Massa quede huérfano de la porción de votante marcadamente antikirchnerista. Ese que nunca, bajo ninguna circunstancia, votaría por un candidato del Gobierno.

Al Gobernador, sus consultores de confianza le han dicho que la trepada reciente en las encuestas que evidenció Macri se debe a que ha logrado captar votos anti-gobierno que antes iban al de Tigre. Y, ya no es un secreto, los estrategas sciolistas creen que en un escenario de ballotage el porteño sería un rival más conveniente porque evidencia un techo de votantes mucho más bajo que el de Massa.

Con mucho color naranja en las playas bonaerenses, el inicio de verano marcó una suerte de campana de largada para la campaña presidencial de Scioli.

La carrera, a esta altura, es más corta de lo que parece.