La sangre y la violencia explotan en la pantalla

“APUESTAS PERVERSAS”, DE E.L. KATZ, UNA SANGRIENTA PELÍCULA DE TONO LÚDICO QUE EN CADA ESCENA SUBE EL VOLUMEN DE SU SANGRIENTA PROPUESTA

Una rareza en la cartelera comercial argentina, “Apuestas Perversas” desembarca este jueves con una propuesta violenta y delirante a cargo de E.L. Katz, periodista under y cineasta debutante.

Katz, guionista con cierta historia en el género gore, es parte de la cofradía en torno al género que se ha nucleado de manera espontánea y en la que varias personas intercambian roles en diversas películas, actuando, escribiendo o dirigiendo según dicte el proyecto.

Pero lejos del primer gore norteamericano (y de su versión masiva) el eje de estos autores, y de la película en cuestión, está puesto en la festividad de la sangre, delirante y crispada, alejándose un poco del horror y acercándose un tanto a la comedia. Con bajo presupuesto y sin tanta preocupación, como César Aira, por la solidez de la producción (privilengiando filmar ante todo), estas propuestas clase B suelen pasar más por los circuitos alternativos para cinéfilos y gore-ófilos.

LA TRAMA

La historia, que suele ser lo de menos en este tipo de películas, simples disparadores de goce teñido de rojo espeso, versa sobre Craig, un padre de familia en plena crisis económica, ahoga sus penas en un bar cuando un desconocido le propone un trato: le dará cierta cantidad de dinero si va cumpliendo una serie de acciones, cada una de ellas, más extraña y violenta.

Lo que comienza como un juego, por supuesto, terminará en una noche de gran perversión y delirio que da nombre al título en inglés.

“Apuestas Perversas”, es la remake de una obra tailandesa, que toma la premisa de aquella Propuesta Indecente (Indecent Proposal, 1993) con Demi Moore... pero llevándola bien al extremo. Cada sketch duplica en voracidad al anterior, y el conjunto resultante es un retrato ácido de la desesperación contemporánea y el darwinismo capitalista social, donde la degradación y el lucro van de la mano.

Con Pat Healy, Ethan Embry, Sara Paxton como el trío protagónico que dan vida al pobre Craig, a su torturador Vince y a su interés romántico Violet, llega a la cartelera local en pleno festejo navideño esta celebración de la sangre, parte de un cine nuevo que, gracias a la exploración de pioneros orientales como Sion Sono y Takeshi Miike que permitió la globalización, abandona el realismo y las formas tradicionales de representación por un cine lúdico y subversivo.