Una vez más, se complicó el servicio de los cajeros automáticos en la Ciudad

Todo parece indicar que la previsible mayor demanda de dinero que se iba a registrar por la inminencia de las Fiestas no fue percibida, una vez más, por la mayor parte de las entidades bancarias de nuestra ciudad, ante cuyos cajeros automáticos volvieron a peregrinar miles de usuarios que necesitaban efectivo y que, en la mayoría de los casos, no consiguieron en estos días los billetes que buscaban y necesitaban. Salvo, claro está, quienes armados de una gran paciencia aceptaron afrontar largas colas en los escasísimos cajeros que contaban con dinero.

Con un panorama en muchos casos desolador y en medio de la vorágine navideña, la situación se extendió desde el fin de semana y continuó hasta ayer, y complicó tanto en servicios de entidades públicas como privadas, en días también de cobro de haberes.

Las notas publicadas en este diario en los últimos días detallaron sobre las numerosas zonas de la Ciudad y de la periferia en las que los cajeros sólo mostraban aglomeraciones de público -aquellos que tenían aún algo de efectivo- o cajeros absolutamente vacíos, por falta de billetes.

En esta oportunidad, desde las entidades bancarias se aseguró en que ante la alta demanda estacional se encuentra en marcha un “operativo especial” de recarga de cajeros que se desplegará hasta los últimos días del mes.

En tal sentido, desde el Banco Provincia se informó que volcará en su red de 1.700 cajeros automáticos un fondeo especial de 1.500 millones de pesos del 24 al 28 de diciembre. Sobre el cronograma de implementación, desde la entidad bancaria se indicó que “el operativo especial” de recarga de efectivo culminará el domingo 28. A su vez, otras entidades financieras anunciaron que estos días llenarán al máximo sus cajeros cada día hábil, hasta principios de enero, con billetes de $100. Además, harán recargas extraordinarias en días y horarios especiales.

Al margen de estos anuncios que -al menos- abren perspectivas de mejoría, sigue resultando inexplicable que, casi siempre, falten fondos en los cajeros durante los feriados largos y no sólo, como ocurría antes, en las jornadas en las que transcurren los cronogramas de pagos de sueldos y jubilaciones. Por otra parte, no puede dejar de mencionarse que algunos especialistas vienen advirtiendo que la enorme cantidad de billetes de 100 pesos que hacen falta -que son los de mayor denominación- es el factor que más dificulta la operación.

Como se ha dicho insistentemente aquí, el sistema de cajeros previsto como una alternativa para darle mayor agilidad al sistema bancario, no debería exhibir falencias que, lamentablemente, perjudican la confiabilidad de esa alternativa y se traducen en perjuicios injustificados para quienes se encuentran adheridos.

Se sabe que una gran porción de los clientes y usuarios de este servicio están forzados a manejarse con el sistema de cajeros, porque el pago de sueldos a través de ellos es obligatorio para un gran número de empresas y organismos públicos. No se trata, entonces, de una opción que haya hecho el usuario sino de una imposición. Con más razón entonces el servicio debería tener un estándar de eficacia garantizado.