Una nueva era global

Por Ricardo Ferrer Picado *

E sto obnubila muchos pensamientos, quién hubiese pensado estar vivo para vivir esto!. Vamos por partes. Es complejo comer este plato sin entradas, pero es el principal de lo que va del siglo en la alta política y diplomacia: Estados Unidos y Cuba inician normalización de las relaciones tras un acuerdo histórico, con un relevante rol de la principal diplomacia del planeta, la del Estado del Vaticano.

En un anuncio que casi nadie anticipó, el presidente Obama declaró que Estados Unidos comenzará el proceso de normalización de las relaciones con Cuba tras medio siglo. Estas décadas de aislamiento no han producido ninguna mejora en la promoción de la democracia en Cuba, y no hay ninguna buena razón para seguir haciendo lo mismo y esperar un resultado diferente.

El Papa estaba “directamente involucrado en las conversaciones” y fue anfitrión de una reunión clave en el Vaticano en el último otoño

Junto con este cambio histórico en la política exterior de Estados Unidos, Cuba ha devuelto a Alan Gross a suelo americano, y Obama afianza su legado en este campo, y comienza a generar actos tras su Nobel de la Paz que parecí a que pretendía condicionarlo. La ilusión está puesta ahora en la paz entre Israel y Palestina.

Alan Gross es un contratista judío estadounidense de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que pasó cinco años en una cárcel cubana, que estaba trabajando para aumentar el acceso a Internet y la conectividad en las comunidades pequeñas en la isla y potenciar el accionar estadounidense. “¡Qué bendición es ser un ciudadano estadounidense”, fueron sus primeras palabras en una conferencia de prensa tras la liberación.

Cuba también liberó a más de 50 presos políticos en gran parte, claves de activos de inteligencia de Estados Unidos-, a cambio de que los Estados Unidos liberen a varios espías cubanos.

Aquí hay algunos otros detalles clave del acuerdo:

1. Los dos Estados volverán a tener relaciones diplomáticas.

Estados Unidos establecerá una embajada en La Habana, se aliviarán las restricciones de viaje y el embargo de los bienes económicos. La acción del Congreso, hoy en manos republicanos, aún sin iniciativa ni liderazgo, y la carga de un Obama recargado, es requisito “sine qua non” para levantar totalmente el embargo económico entre los dos países.

2. El papa Francisco ayudó a facilitar el acuerdo.

El Papa estaba “directamente involucrado en las conversaciones”, de acuerdo con funcionarios de la administración Obama, apelando a ambos países y como anfitrión de una reunión clave en el Vaticano en el último otoño. El emitió un comunicado felicitando a las dos partes en el acuerdo.

3. El público estadounidense apoya esta medida.

Las encuestas han encontrado consistentemente que la mayoría de los estadounidenses, los cubano-americanos, e incluso los republicanos apoyan la normalización de las relaciones con Cuba.

4. Los efectos económicos para los cubanos podrían ser significativos.

El Estado caribeño se ha aislado de gran parte del mundo durante mucho tiempo. Bajo el nuevo acuerdo, los estadounidenses podrán enviar 6.000 dólares más al año a las personas en Cuba (cubanos, en promedio, ganan sólo $ 17 al mes). Y más estadounidenses estarán a punto de viajar a Cuba - y volver con hasta $ 400 dólares en bienes para uso personal. Eso incluye - usted lo adivinó - hasta $ 100 de puros cubanos.

5. La Cumbre de mandatarios del Mercosur en Paraná se congratuló por la inesperada noticia.

Sólo el actual canciller de Uruguay, y probable secretario General de la OEA a partir del 18 de marzo de 2016, habló de la inevitable reintegración de Cuba a la OEA -Organización de Estados Americanos- soslayando cómo actuará en el sub-bloque ALBA y la nueva dimensión de la Corte Interamericana y rol de la Comisión de DDHH y la Relatoría de Prensa como becas estudiantiles.

No todo el mundo está animando el acuerdo. Pero quienes se oponen a la operación, están conducidos por el precandidato presidencial republicano, el anticastrista senador Marco Rubio, que arguyó que están ofreciendo “argumentos arraigados en la hipocresía”.

Rubio se ha comprometido a “hacer todo lo posible para bloquear este intento peligroso y desesperado”, y afirma que la “nueva política se basa en una ilusión, en una mentira”. Pero esta protesta contradice su propia fe en el poder de las economías de libre mercado a introducir a los cubanos a una economía de estilo americano y propagar la libertad, como republicanos suelen argumentar que lo haría.

A modo de síntesis, este histórico acuerdo entre Estados Unidos y Cuba con la mediación del Papa ha liberado a los presos políticos estadounidenses y traza claramente un nuevo rumbo en las relaciones entre los dos países.

Es un hecho consumado. Obama ya demuestra que se concentrará en la política exterior, como lo hicieran Bush y Clinton en los finales de sus segundos mandatos, tras la derrota en manos de republicanos.

El Papa Francisco, mientras, se diploma como mediador en uso de una renovada diplomacia del Vaticano, la más profesional de la historia, de la que demostró ser el jefe de la Iglesia. Los Castro, abren a Cuba al mundo. Podrán mantener la retórica que quieran, pero la apertura es un proceso consolidado tras el acuerdo y con las reformas previas

Los Castro, abren a Cuba al mundo. Podrán mantener la retórica que quieran, pero la apertura es un proceso que con este acuerdo se ha consolidado, y tuvo etapas previas con reformas.

La era de aislamiento no ayudó a diseminar la democracia o mejorar los derechos humanos; un nuevo enfoque que valora el compromiso diplomático y el empoderamiento de la sociedad civil cubana, es el camino correcto a seguir.

El mundo, como el día en que cayeron las Torres, o como cuando se derrumbó el muro de Berlín, hoy ha cambiado; seguramente para bien como cada vez que los pueblos pueden relacionarse y dejar atrás la aislación, que radicaliza formas y medios siempre, que sólo dan crédito a narcisistas reaccionarios que se valen de la dialéctica mientras la calidad de vida ya sea, a instancias del pretexto de la seguridad en los Estados Unidos o a instancias de la protección contra el imperio en Cuba, sólo se degradaba.

Ahora la libertad y solidaridad son herramientas disponibles.

(*) Analista internacional. Egresado National Defense University