Gran tensión y empujones entre hinchas en la puerta del hotel

Por NICOLAS NARDINI

MAR DEL PLATA
(Enviados especiales)

Exactamente a las 16,30 el clima comenzó a enrarecerse en la puerta del hotel Provincial de esta ciudad. Es que allí estaba alojado el plantel de Vélez a la espera del partido que se jugó anoche ante Boca y en el mismo lugar se esperaba el arribo de la delegación oficial tripera. Por eso, un puñado de hinchas del Fortín esperaba en la vereda la salida de sus futbolistas, mientras más de un centenar de fanáticos del Lobo se apostaba, en el mismo sitio, para esperar la aparición del bus que trasladaba a los protagonistas desde nuestra ciudad.

Por una falta de previsión a nivel seguridad, allí había sólo una agente policial y en ese instante comenzaron los primeros insultos. A pocos metros de distancia, a los gritos siguieron las amenazas y tras unos 10 minutos de tensión, los refuerzos policiales seguían sin llegar.

Sobre las 17, unos diez hinchas de cada lado quedaron cara a cara, hubo empujones, amenazas, algunos escupitajos y volaron un par de manos al aire. La tensión creció porque en medio de ello había un hincha de Gimnasia con su pequeña hijita subida a sus hombros y pudo haber ocurrido algo gravísimo de no haber mediado la intervención de otros simpatizantes más calmos, que buscaron separar y evitar un incidente de proporciones.

Recién a las 17,40 llegó una camioneta con unos 20 efectivos de infantería y en ese instante se hizo un cordón de separación entre ambas parcialidades. Varios hinchas de Vélez se fueron del lugar y arribaron más simpatizantes triperos. A las 17,55 llegó el ómnibus con los jugadores del Lobo y estacionó justo detrás del bus que aún esperaba por la salida de los jugadores de Vélez para llevarlos hasta el José María Minella.

Minutos después comenzó la desconcentración de los hinchad triperos y se disipó completamente la posibilidad de incidentes. No obstante, se había vivido una hora de tensión y nerviosismo que no pasó a mayores de milagro.

Fue un aviso para que en estos días, con el clásico a la vuelta de la esquina, se monte un operativo de seguridad integral al que no se le escape ningún detalle, para evitar enfrentamientos como el que se dio ayer entre Fortineros y Triperos.