Visto y oído

Solá y el cuento de la vaca

No es una vaca cualquiera, es una vaca doméstica. No se llama Aurora, se llama “Vieja” y, aunque real, ya es toda una leyenda. Así se lo ha escuchado al diputado Felipe Solá en reuniones políticas al hablar de su vaca. Es que el ex gobernador, además de cinco perros y un gato cuenta en el plantel de sus mascotas a una vaca, que junto a su familia, cría en su casa. Según ha contado el candidato a gobernador, el animal forma parte de la vida cotidiana de los Solá desde hace un año, cuando todavía era una ternera. Pero Vieja creció y lo hizo entre perros y gatos. “No sabe que es vaca, se comporta y duerme como perro”, dicen que cuenta. Y quienes lo han visto aseguran que ante los descuidos Vieja circula por la casa mientras sus pezuñas patinan en el parquet. En algunas aberturas de puertas se queda atorada pero aún sabe llegar a la cocina para pedir que le conviden con un poco de leche.

El ministro “antiburocracia” les pone el reloj

Dicen que si algo le gusta al ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, a la hora de trabajar son las prontas resoluciones y la capacidad de síntesis. Tanto es así que pregona entre su plantel la consigna de “matar el sentido burocrático”. Así, se comenta que Arlía intenta convencer a sus funcionarios sobre su forma de trabajar entregándoles en cada visita que le hacen a su despacho una fotocopia con un ensayo de Juan Domingo Perón titulado “Conceptos sobre la Función Pública”. En las reuniones de análisis y mesas redondas con sus ingenieros, el Ministro no sólo las reparte, sino que les ofrece a los presentes un resaltador para marcar el texto y junto a ellos se pone a leer fragmentos de ese manifiesto. “El Gobierno no puede ser la acción burocrática del trámite”, dicen que dice uno de sus párrafos preferidos. Pero, además, otros miembros del área relatan que en una pizarra de su despacho han encontrado escritas sus frases favoritas del paper: “Una de las cosas después de la deshonestidad de la que más se queja la gente es la burocracia que retarda los trámites”. La capacidad de síntesis es otro valor que, aseguran, Arlía valora para los cargos ejecutivos. Por eso, afirman que considera que todo tema puede explicarse en “dos minutos”, el tiempo que le gusta contar en su reloj de arena, a la hora de escuchar exposiciones sobre los asuntos ministeriales.