Dolor de la comunidad judía y del movimiento islámico

El presidente de la AMIA, Abraham Kaúl, adhirió ayer "al sentimiento de terrible dolor" por la muerte del Papa Juan Pablo II, a quien reconoció como "alguien que brindó su vida a la unión de todos".

El dirigente de la comunidad judía aseguró que el jefe de la Iglesia Católica fallecido hizo "gestos hacia todas las religiones", por lo que aseguró que desde la entidad que preside se comparte "con todo el pueblo argentino, este momento difícil", en el duelo por su deceso.

Kaúl recordó que desde los últimos días se solicitó desde la entidad que encabeza a los fieles judíos que acuden a las sinagogas, que recen oraciones "para que Dios ilumine los últimos momentos de Juan Pablo II en la tierra".

Por otro lado, remarcó la encíclica papal emitida durante el Jubileo para reconciliar a la Iglesia Católica con el resto de las religiones.

Kaúl recordó que el Papa se solidarizaba con el pueblo judío, por los horrores vividos durante el holocausto al que fue sometido por el régimen nazi y a pronunciarse para que "en nombre de la Iglesia Católica no se llegue a herir a otra persona que pensara distinto".

"El nació en Polonia, vivió la invasión del nazismo y tenía muchos amigos judíos que murieron masacrados en el Holocausto. Ese sentimiento lo marcó para siempre", expresó en se sentido.

Por su parte, el gobierno israelí se mostró también consternado y recordó el histórico viaje del Sumo Pontífice a Israel en el 2000.

"Israel, el pueblo judío y el mundo entero perdió a un gran luchador por la reconciliación y la hermandad", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Silvan Shalom.

El movimiento islámico Hamas expresó también su pesar y a través de su portavoz en Gaza, Sami Abu Zuhri, destacó que recordaban "las declaraciones del Papa cuando llamaba a que se otorgara a los palestinos sus legítimos derechos de libertad e independencia".

JEFES DE ESTADO

En tanto, otros jefes de Estado hicieron llegar ayer sus condolencias al Vaticano, destacando por sobre todo la personalidad y la amplitud del líder católico fallecido.

"Italia entera llora junto a la Iglesia católica por la pérdida de un protagonista de la historia de los últimos decenios", sostuvo el primer ministro Silvio Berlusconi en un mensaje dirigido al cardenal camarlengo, Eduardo Martínez Somalo.

"Nos dejó un gran Papa, el más eminente de nuestros connacionales, el Padre de todos nosotros, creyentes y no creyentes, fieles de diferentes religiones", dijo por su parte a la nación el presidente polaco, Aleksander Kwasniewski.

"Nos dejó el hombre que movió cielo y tierra y llegó hasta los lugares más recónditos del mundo para hallar el bien en el fondo de las conciencias de la gente", enfatizó el presidente polaco hablando desde su residencia y ante las cámaras de la televisión nacional TVP.

"No existiría hoy una Polonia libre sin este Papa", puntualizó para recordar luego a sus compatriotas que "tenemos una enorme deuda con Wojtyla".

El rey español, Juan Carlos de Borbón, destacó del Papa su "infatigable labor a favor de la paz, la justicia y la dignidad humana, además de su especial afecto y dedicación hacia España".

El premier alemán Gerhard Schroeder envió al cardenal Joseph Ratzinger un mensaje de "luto y participación" y destacó que durante más de 25 años, el Santo Padre "luchó con empeño incondicional por la paz, los derechos humanos, la solidaridad y la justicia social".