Cristina Kirchner araña el 45 por ciento de los votos

La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, se acercaba al 45 por ciento de los votos en los comicios presidenciales, cuando restaban escrutar pocas mesas. La fórmula con Julio Cobos llegaba al 44,91 por ciento de los votos positivos.

Así, el kirchnerismo casi lograba el porcentaje necesario para ser consagrado en primera vuelta sin que importen los sufragios obtenidos por los opositores, que ya reconocieron la victoria oficialista en primera vuelta porque la senadora obtenía más del 40 por ciento y superaba por mucho más de los 10 puntos requeridos a sus competidores.

Elisa Carrió (Coalición Cívica) se ubicaba segunda, con el 22,95 por ciento de los votos -se destacaban a su favor triunfos en capital y una gran elección en Rosario-, en tanto que Roberto Lavagna (UNA), quien resultaba el candidato presidencial más votado en Córdoba, sumaba el 16,89 por ciento. El pelotón de los primeros lo completaba Alberto Rodríguez Saá, con el 7,71 por ciento de los sufragios.

La presidenta electa asumirá el 10 diciembre con el quórum asegurado en ambas cámaras del Congreso y con 19 de los 24 gobernadores afines al kirchnerismo.

El oficialismo ganó las ocho gobernaciones que disputó el domingo. El kirchnerismo gobernará 16 de las 19 provincias y las tres restantes quedarán en manos de los radicales K, como son las de Catamarca, Santiago del Estero y Corrientes.

También administrará las cinco provincias norteñas del país: Jujuy, Salta (que igual aún no hay ganador, ver aparte), Tucumán, Formosa y el Chaco.

En Mendoza un kirchnerista le ganó la provincia a un radical K, en San Juan renovó el mandato un hombre afín al presidente Néstor Kirchner y lo mismo ocurrió en La Rioja.

En la Patagonia, de las cinco provincias, dos quedaron en manos del kirchnerismo (Chubut y Santa Cruz), otra será de los radicales K (Río Negro) y las otras dos en poder de la oposición. En la Mesopotamia, Entre Ríos y Misiones tendrán como mandatarios a los kirchneristas y en Corrientes a un radical K.

Las gobernaciones que se alinean en la oposición son cinco, de las cuales tres cambiarán de color el 10 de diciembre, Tierra del Fuego será del ARI, en la ciudad de Buenos Aires que mandará el PRO y en Santa Fe del Partido Socialista (PS).

Las provincias de Neuquén y de San Luis seguirán bajo el mismo perfil desde que en 1983 se recuperó el sistema democrático en la Argentina.