En una medida que permitirá elevar la recaudación en unos 5.000 millones de pesos por año pero que agravó el enfrentamiento con el campo, el Gobierno decidió aumentar entre 5 y 8 puntos porcentuales las retenciones a las exportaciones de maíz, trigo, soja y derivados.
Así, las entidades rurales salieron en bloque a criticar la decisión del Gobierno de subir las retenciones a las exportaciones de granos, y calificaron a la medida de "fiscalista, inoportuna, inconsulta y contraproducente".
Justo en el momento en que todo parecía encaminado hacia una reanudación del diálogo entre el Gobierno y el campo, el aumento en las retenciones generó un fuerte rechazo entre los ruralistas e incluso avivó el riesgo de una medida de fuerza.
Además, las cuatro entidades representativas del agro reclamaron una audiencia "urgente" a la presidenta electa Cristina Fernández para "evaluar en conjunto" la decisión del Gobierno de subir las retenciones a las exportaciones de granos.
La medida, que desde hace días venía evaluando el Gobierno, fue anunciada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro de Economía, Miguel Peirano; y el secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, y cosechó un sinfín de críticas de entidades rurales.
La Sociedad Rural Argentina dijo que la medida es "innecesaria, inoportuna y contraproducente", Confederaciones Rurales señaló que demuestra la "avaricia recaudatoria" del Gobierno y para la Federación Agraria impactará "en los que menos tienen".
Es que, para los productores, la resolución afectará el sector agrícola, no evitará subas en los precios de los alimentos en el mercado local y sólo le dará más oxígeno a las cuentas públicas.
De esta manera, el Gobierno podrá equilibrar el aumento en el gasto y dejará un panorama más alivianado para Cristina Fernández cuando asuma el 10 de diciembre.
Por el contrario, para el Gobierno la suba apunta fundamentalmente a evitar que el constante incremento en los precios internacionales de las materias primas -que alcanzan niveles históricos- no impacte en los valores de los alimentos.
Los aumentos en las retenciones varían de acuerdo con el producto que se trate: en el caso del trigo aumentó de 20 a 28 por ciento; el maíz de 20 a 25; en el de la soja de 27,5 a 35 por ciento, y en el caso del aceite de 8 a 10.
La semilla de girasol tipo confitería tributará un derecho de exportación del 10 por ciento, mientras que la descascarada un 5 por ciento. En tanto, el maíz pisingallo tendrá un gravamen del 5 por ciento, y los productos que contengan aceite de soja tributarán un 32 por ciento.
"Las medidas van a generar estabilidad de precios, crecimiento de las inversiones y fortaleza de la economía", destacó Peirano, y dijo que las subas buscan "lograr un equilibrio" entre los mercados interno y externo.
Confirmó, además, que este aumento será de aplicación inmediata, una vez que se publique la medida en el Boletín Oficial, y anunció la apertura del registro de exportaciones de trigo, cerrado desde marzo, y el de soja, involucrado en una medida similar sólo desde este martes.
ABIERTO AL DIALOGOAnoche, el secretario de Agricultura y Ganadería, Javier de Urquiza, aseguró que el aumento de las retenciones "no afecta la rentabilidad" de los productores y aclaró que el Gobierno "está abierto siempre al diálogo" con los entidades del campo.
Más temprano, tanto la Sociedad Rural como la Federación Agraria anunciaron que pedirán una reunión con el Gobierno para llevarles una propuesta concreta que evite la suba en las retenciones, que incluirá un proyecto de reintegros segmentados por escalas de producción.
"Ante la convocatoria de la señora presidenta electa a no confrontar y al diálogo, las entidades le requerimos una entrevista urgente que nos permita evaluar en conjunto estas decisiones y el rumbo de la política agropecuaria del país", se afirmó en un comunicado conjunto de la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria Argentina y Coninagro.
"Lamentamos esta medida unilateral tomada por el gobierno que, con una clara actitud recaudatoria, perjudica a los productores, a todos los pueblos del interior y a las economías provinciales", señalaron.
Agregaron que "sólo con un diálogo constructivo será posible transitar un camino de crecimiento".
Justo en el momento en que todo parecía encaminado hacia una reanudación del diálogo entre el Gobierno y el campo, el aumento en las retenciones generó un fuerte rechazo entre los ruralistas e incluso avivó el riesgo de una medida de fuerza.
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