La suba de las tasas encendió otra luz roja para la economía

Acaba de finalizar una de las semanas más complicadas, desde que la crisis internacional comenzó a impactar de lleno en nuestro medio. Por un lado, la Bolsa volvió a caer en picada y ya acumula una pérdida anual del 53%, en un contexto de una fuerte presión sobre el tipo de cambio, que recién pudo contenerse con la fuerte intervención del Banco Central y la amenaza de la secretaría de Comercio y de la AFIP de intervenir lisa y llanamente en este segmento del mercado.

De esta forma, a la disponibilidad de reservas con que el Banco Central hizo frente a la demanda, se sumó una serie de normas, que virtualmente hicieron desaparecer a los compradores, dado la obligatoriedad de declarar las compras y las restricciones a realizar operaciones en forma libre.

Estas restricciones, virtualmente hicieron desaparecer a los compradores de moneda extranjera y provocó la fuerte caída del valor del dólar, que tras alcanzar los 3,40 pesos por unidad cayó esta semana hasta 3,33 y obligó al propio Banco Central a realizar compras para finalmente sostener estos valores.

Al mismo tiempo, los datos sobre depósitos que elabora el Banco Central y cuyo último informe corresponde al mes de octubre muestra que la caída alcanzó un 5,1% del total, una baja considerable que acompañó la fuerte suba en las tasas de interés que se inició con la decisión de estatizar del fondos de jubilaciones depositados en las AFJP, al que se sumó esta semana fuertes versiones de que Argentina podría volver a caer en el corto plazo en una cesación de pagos, lo que disparó el riesgo país a casi 2.000 puntos.

Sin embargo, la decisión de los bancos, la presión de las autoridades y alguna mejora de los mercados hizo que las tasas finalmente descendieran luego de convertirse en positivas para los ahorristas por primera vez en siete años.

Hacia el fin de semana, se pagaban tasas de hasta el 21 por ciento anual, contra más del 30 que alcanzaron el lunes. Por su parte los créditos interbancarios se negociaron al 12,50, mientras los préstamos a empresas se pactaron a un 30 por ciento, con una baja notable del pico del 45% que alcanzaron a pagarse.

Por supuesto que no sólo ello se debió a la menor presión sobre el dólar, que le permitió al Central recuperar algo más de 200 millones de dólares en la semana, sino también al resultado de nuevas medidas anunciadas por el Banco Central, que permitieron dar mayor liquidez a los bancos. Básicamente se permitió aumentar de 3 mil a 10 mil millones de pesos el monto disponible de la línea de pases activos a tasa fija y otras medidas similares que liberaron un monto cercano a los 3.500 millones de pesos al sistema y descomprimió en parte las tensiones.

Sin embargo, no todas las visiones son optimistas y se aguardan los resultados de los próximos días para ver si las medidas del Central alcanzar para contener la fuga de depósitos y la suba de tasas de interés que se suman a los inconvenientes que ya soporta la economía real.