Misterioso crimen de un remisero: arrojaron el cuerpo en el camino Negro

Un remisero de 38 años, a quien la Policía buscaba intensamente desde el pasado miércoles, tras el hallazgo de su auto abandonado en una calle de City Bell, fue encontrado asesinado ayer en el camino Negro, entre las localidades de Punta Lara y Villa Elisa. Presentaba un disparo cerca del rostro, al parecer efectuado desde corta distancia con un arma de grueso calibre, tipo escopeta, y no le habían sacado el dinero y los demás objetos de valor que llevaba encima, salvo un celular.

La víctima, identificada como Marcelo Roberto Klug, estaba casada, vivía en 143 y 417 de Arturo Segui y tenía tres hijos menores de edad.

Respecto de los móviles del asesinato, que es investigado por la fiscal penal en turno de La Plata, Ana María Medina, con conocimiento del juzgado de garantías de Guillermo Atencio, las hipótesis son varias, aunque la pasional es la que habría tomado más fuerza, al menos en estas primeras horas de la pesquisa.

El cadáver apareció a un costado de un curso de agua que corre paralelo al denominado Camino Negro, sobre el margen izquierdo, a unos 5 metros de la cinta asfáltica y en dirección a Boca Cerrada, en Ensenada.

Klug, que al parecer murió unas 24 horas antes de que ubicaran el cuerpo en medio de la maleza, estaba vestido con un pulóver color azul con cuello; pantalón de jeans oscuro, medias celestes de algodón y zapatillas de color azul y blanco.

LE ROBARON EL TELEFONO

Fuentes del caso indicaron que los efectivos que trabajaron en la zona del macabro hallazgo localizaron la funda de un celular, no así el aparato, que se presume puede haber sido robado por el homicida, aunque solamente para entorpecer la causa y dificultar el rastreo de los últimos movimientos del chofer.

"No lo vemos como un robo. El que se lo llevó sabía muy bien por qué lo hacía", aclaró un jefe policial.

Lo que sí apareció al lado del cadáver fueron dos preservativos usados, incautados con fines periciales, pero se desconoce si tienen que ver con este salvaje episodio.

Los mismos voceros aclararon que en la zona no se levantaron gran cantidad de manchas de sangre y que Klug tenía un orificio único de arma de fuego, presumiblemente de escopeta, cerca de la pera, en la zona submaxilar derecha, sin orificio de salida.

Asimismo se constató un traumatismo sobre la ceja derecha y restos de comida en la boca.

LA TAREA DE LOS PERITOS

Examinado el pantalón de la víctima, se constató la existencia de un atado de cigarrillos; una boleta de carga de combustible en la Estación de Servicio de camino Belgrano y Arana, de fecha 23/04; 97 pesos en efectivo y un pañuelo de mano.

Klug había desaparecido el miércoles último y se habían iniciado intensos rastrillajes para dar con su paradero, a partir de la aparición de su coche, un Chevrolet Corsa, patente GPJ-331, en la calle 467 entre 132 y 133, donde se encontró un cartucho de escopeta, presumiblemente la misma con la que lo habrían matado.

Todo haría suponer que el remisero fue asesinado dentro de su propio vehículo, pese a que no había rastros hemáticos en el habitáculo, cargado en otro rodado y llevado hasta el camino Negro, donde intentaron ocultar la evidencia del crimen.

"Había marcas de neumáticos en el terreno, pero es una zona de mucho tránsito, sobre todo para la gente que va a pescar. No sabemos si son del coche del homicida", explicó el informante.

TESTIMONIOS

Ayer, en la sede de la comisaría de City Bell, por orden del capitán Pablo Gómez, desfilaron varias personas de su círculo íntimo, a quienes le tomaron declaración testimonial.

Lo mismo comenzó a realizar personal del Gabinete de Homicidios de la DDI local, por expresas directivas del comisionado Hugo Mauriño, en busca de algún dato que permitiera esclarecer lo ocurrido.

De todas formas, al cierre de esta edición, no había detenidos por este caso.