Una reforma del sistema previsional de la Provincia, que apuntará a que algunos organismos puedan ejercer un control de gestión y deban ser consultados para la adopción de medidas importantes en las cajas de la Policía y del personal del Bapro, está siendo definida en el Poder Ejecutivo bonaerense.
Según trascendió, el proyecto de ley que contiene esos cambios será concluido en breve, de modo que pueda ser elevado a la Legislatura junto con otras iniciativas -como la que creará un nuevo fondo para los municipios- que serían tratadas tras el receso invernal en las Cámaras.
Así lo pudo saber EL DIA en fuentes calificadas, que puntualizaron que la reforma en cuestión "no tocará los aspectos centrales y sensibles tanto para los jubilados como para los activos de ambas cajas, tales como los montos de los haberes, su cálculo y su movilidad; ni los requisitos para acceder al retiro (edad mínima y años de aportes)".
Así, las medidas que se adoptarían apuntarían a crear, como lo permite la nueva ley de Administración Financiera de la Provincia, un subsistema previsional, que contenga, junto con el Instituto de Previsión Social (IPS), a las cajas jubilatorias de la Policía y del Bapro.
De ese modo, según indicaron las fuentes, el IPS y el ministerio de Economía quedarían facultados para llevar adelante auditorías y mecanismos de control permanente de gestión sobre las dos cajas en cuestión.
Los cambios que se realizarían determinarían también que el IPS y Economía deban ser consultados para tomar algunas medidas, siempre en términos de administración financiera, en ambas cajas jubilatorias.
AUTARQUIA Y CONTROLESOcurre que tanto la Caja de la Policía como la del personal del Banco Provincia tienen autarquía total y, con conducciones propias, mantienen independencia funcional, administrativa y de los organismos supervisores y de contralor del Estado bonaerense.
Una "independencia" que, por caso, determina que ni siquiera la Contaduría General de la Provincia -uno de los organismos de contralor, por el que deben "pasar" las operaciones de la totalidad de los organismos del Estado bonaerense- pueda intervenir en su supervisión, según señalaron las fuentes consultadas.
Por lo demás, de acuerdo a lo subrayado por las fuentes, la posible reforma no alcanzará a las estructuras de conducción, a las cuentas ni a las condiciones y requisitos que rigen para aportantes y jubilados de las cajas de Policía y del Bapro. "Las medidas estarán referidas al control de gestión", se reiteró.
"Estos cambios, de ser sancionados por la Legislatura, no tendrán nada que ver con una posible armonización de los regímenes jubilatorios que rigen en la Provincia con el sistema nacional; armonización que ha quedado descartada", se indicó también.
UN SUPERAVITEl IPS percibe los aportes y paga las jubilaciones de la casi totalidad de los empleados públicos de la Provincia y tiene superávit en términos globales. En el 2007, ese saldo positivo de sus cuentas rondó los 580 millones de pesos.
Pero el IPS está integrado por cuatro subsistemas y no todos ellos arrojan superávit.
El saldo entre los aportes y los haberes que se liquidan es negativo en dos subsistemas: el del personal de la Administración Central, nucleado en la Ley 10.430; y el de los empleados de los municipios de la Provincia. Y esa diferencia es positiva en los otros dos grupos: el de los docentes; y el de los agentes del Servicio Penitenciario.
Vale consignar, en ese sentido, que históricamente el subsistema jubilatorio del personal nucleado en la Ley 10.430 también fue superavitario, pero se tornó deficitario desde el 2000 cuando el entonces gobernador Carlos Ruckauf estableció un proceso de jubilaciones anticipadas que descompensó las cuentas de este grupo.
De cualquier manera, los docentes representan el 60% del total de empleados públicos nucleados en el IPS y el saldo positivo de ese subsistema gravita decisivamente para generar, como se dijo, un superávit de la cuenta global del Instituto de casi 600 millones de pesos.
EQUILIBRIO Y DEFICITLa Caja del personal policial, en tanto, registró en 2007 un equilibrio entre ingresos por aportes y pagos de retiros y pensiones y, según pudo saberse, en lo que va de este año verifica un leve superávit, del orden de los 5 millones de pesos.
La Caja del Bapro, en cambio, es crónica y fuertemente deficitaria, a pesar de que tanto los empleados en actividad como el Banco realizan aportes muy superiores a los de todos los demás sistemas. Una cuestión estructural -una cantidad de aportantes muy inferior a la necesaria frente a la cantidad de jubilados- determina ese desequilibrio, que ronda los 30 millones de pesos anuales.
APORTEEn junio, por un convenio entre los gobiernos nacional y bonaerense se hizo un aporte de 8,2 millones a la Caja del personal del Banco Provincia "destinado a la cobertura parcial del déficit previsional" de esa Caja, según el decreto 1.009 de la administración de Scioli.
Pero el IPS está integrado por cuatro subsistemas y no todos ellos arrojan superávit.
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