Opinan los lectores

“Un acto de discriminación”

Nora Alejandra Aversa denuncia: “El sábado 20 de setiembre, concurrí con mi hijo con síndrome de down, de 10 años, al cumpleaños de mi sobrino (11 años), en una pileta climatizada ubicada en camino Centenario. Los niños ingresaron a la pileta, con un profesor en el agua y una señorita que los observaba desde afuera. Fui a sentarme con los adultos invitados donde tienen una pantalla que transmite lo que sucede en la pileta. No obstante, me acerqué a mirarlos dos veces: mi hijo estaba muy tranquilo, jugando. Sabe nadar y no tiene ninguna dificultad motriz.

“Al rato se acercó la señorita encargada, a decirme que tenía que sacar al nene de la pileta. Pregunté ¿por qué, cuál es el problema? Me dijo sí, el sabe nadar, pero... tu hermana tendría que haber avisado que venía un chico ‘con un caso así’ para poner otra persona, ya que el profesor tiene que atender a los demás chicos. Te pedimos que lo saques por una cuestión de seguridad. Yo le dije está bien, lo saco, pero sigo sin entender dónde está el problema, si el profesor no puede atender a 22 niños, tampoco va a poder con 21... ‘Bueno disculpame -dijo-, yo sé que vos no tenés la culpa’, ¿la culpa de qué? pregunté y no tuve respuesta.

“Por lo tanto no hubo un motivo claro para retirarlo de la pileta, ya que él estaba muy tranquilo y no molestaba a nadie, según lo que vimos todos en todo momento. Por lo tanto yo sentí que fue un acto claramente discriminatorio. Más tarde, cuando los chicos fueron a comer, mi hijo quiso pasar por la puerta para ir al baño y una chica se le cruzaba de un lado a otro no dejándolo pasar a pesar de que yo estaba detrás. Tuve que pedirle que se corriera, ¿ella no pudo preguntarle a dónde quería ir? Las personas con síndrome de Down son en primer lugar eso, personas. Ojalá esta nota sirva para que, si algún día vuelve a entrar un niño con alguna discapacidad a ese lugar, sepan que sólo es eso, un niño”.

“Buscando la seguridad perdida”

Irene González Nogueiras nos dice: “Siempre tuve la necesidad de ayudar al prójimo y por eso después de leer las angustiosas noticias publicadas por EL DIA desde hace mucho tiempo y ver que no hay límite para el atropello, sin respetar niños ni personas mayores, he colmado mi desazón.

“De ahí que pido a las mujeres que representan a grupos o instituciones que se unan para pedir soluciones a este grave problema, ante la distracción de las autoridades y la indiferencia de la sociedad, que parece haberse acostumbrado a esta inseguridad que vivimos.

“¿Qué pasó con esta pacífica ciudad de La Plata? ¿qué fue de la ciudad universitaria modelo en el país?. Deseo volver a la época en que se podía vivir tranquila. Para muchos será una utopía, quizás también sea la mía viviendo mis 83 años de edad. Sabemos que entre quienes nos gobiernan también hay gente capacitada y honesta. A ellos le pedimos seguridad, esperando una pronta respuesta”.

“La inseguridad produce miedo”

Juan Carlos Zulaica expone: “Frente a la inseguridad que sufrimos, la sociedad en su conjunto siente miedo. Y el efecto que causa el miedo es la parálisis. La sociedad está paralizada frente al miedo. Gobernantes, fuerzas de seguridad y prevención, jueces y vecinos. Frente a esta situación, y para comenzar a desandar el camino que nos devuelva la seguridad, debemos asumir que tenemos miedo.

“Por fin el gobierno provincial ha dado el primer paso: ha aceptado su derrota en la falta de seguridad pública, y convoca a la oposición para escucharle propuestas de soluciones y que cada agrupación política pueda acercarle.

“Sin duda que no somos los particulares quienes estemos en condiciones de proponer soluciones, ya que éstas deben partir de profesionales con formación y dedicación al tema, más allá de los buenos propósitos que alientan a los vecinos que, de manera urgente, demandan seguridad. Nuestros mejores agentes afectados a la seguridad pública recibieron de gobiernos democráticos pasados, el mismo trato que sólo debieron recibir aquellos quienes habían cometido delitos y que por ello debían recibir las correspondientes penas.

“Creo que no hace falta ni cambiar las leyes ni agregar otras. Sólo cumplir las que están. ¿Pero por qué no se aplican? Y ahí surge la palabra miedo. Todos tenemos miedo.

“La policía para no lastimar al delincuente y luego recibir ellos sanciones. Los fiscales y jueces, tapados de casos a tratar, eligen según presión cuáles casos resolver y pensando en no errar en procedimientos y aplicación de castigos. Luego, si dictan sentencia se la modifican con otro “juicio” que modifica (siempre para menos). Todos, en fin, amenazados de una u otra manera, y en algunas formas de amenazas que no conocemos. Entonces, el Estado fracasa en su misión de brindar seguridad pública. Los vecinos, en la mayoría de los casos sufren en silencio, no se hacen las denuncias o no las toman en las comisarías (por estadísticas, dicen). Y los políticos gobernantes.

“Por eso, la convocatoria del Gobierno a todas las fuerzas políticas seguramente llevará a unificar opiniones”.

“Un cambio en el sistema de paro docente”

Mirta Beatriz Erratchu expresa: “Quiero dirigirme a la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses, Mirta Petroccini, para en mi carácter de afiliada al gremio preguntarle: ¿no sería mejor cambiar la manera de hacer paros? Creo en una manera de hacerlos diametralmente opuesta a la tradicional: en vez de trabajar menos, trabajar más.

“La propuesta sería, cuando se deban hacer reclamo, ir los sábados a trabajar. Con lo que lograríamos, entre otras cosas, lo siguiente: que los alumnos no perdieran clase. Que los padres y otros dejen de criticar a los educadores. Que fuéramos los primeros en hacer un giro radical.

“Conclusión: educaríamos con mayor compromiso, porque es tan importante la calidad como la cantidad. A los padres los tendríamos de nuestro lado y nos ayudarían a presionar, porque los sábados todos debemos descansar.

Insisto: seríamos los primeros en dar el ejemplo -lo que nos compete como educadores- y nos empezarían a respetar más. Espero que esta propuesta sea considerada, analizada y si se rechaza, fundamentada”.

Día del Traductor

Dice Carlos Alberto Girbal: “El 30 de septiembre por San Jerónimo, se conmemora el día del traductor. ¿Quién fue este santo? Nada más y nada menos que el traductor más importante de la Biblia en la antigüedad.

“Nació en el año 347 y había sido bautizado con el nombre menos conocido de Eusebio Hieronimus y con él caminó el mundo de su época: por el desierto, en la búsqueda de su serenidad interior; por los idiomas, estudiando griego y hebreo; por Roma, siendo secretario del Papa Dámaso y, más tarde, por Palestina, donde fundó un monasterio y vivió hasta el año 419.

“Su más grande contribución ha sido, sin duda, su versión popular del Libro de los Libros, el cual hasta entonces sólo existía escrito en idioma griego. En La Plata hemos tenido y tenemos excelentes traductores literarios. Por ejemplo Marcos Fingerit publicó, entre otros libros, dos con versiones de los principales poemas de Rilke.

“En la década de los 40, Alfredo Casey seleccionó y tradujo para “Dos siglos de poesía norteamericana”, libro que incluyó más de cien autores estadounidenses.

“También han cumplimentado significativas tareas a nuestro medio, entre otros, Irina Bogdachesky, Osvaldo Ballina, Horacio Castillo, Carlos Disandro, Emilio Estiú, Ricardo Maliando, Alba Novella de Marani y Miguel Angel Montezanti.

“También Narciso Pousa, Elsa Tavernig de Pucciarelli, Mario Presas, María Luisa Punte, Carlos Ringuelet, Delia Sampietro, Raquel Sajón de Cuello, Norberto Silvetti Paz, Aurora Venturini, Alfredo Ves Losada y Mabel Rosana Fernández”.

“No a la violencia, sí a la independencia”

César Arrondo suscribe: “Los miembros del Alkartexte Federal de Eusko Alkartasuna de la República Argentina, repudiamos la utilización de la violencia como método para intentar perpetuar el contencioso vasco. En este sentido, manifestamos nuestro enérgico repudio a la política de permanente hostigamiento hacia el pueblo vasco por parte del gobierno de Rodríguez Zapatero, a las ilegalizaciones, la judialización de la política, la utilización de la tortura, la dispersión de los presos vascos, el cierre de periódicos, etc.

“Asimismo, instamos a ETA a que ponga fin a atentados como los realizados en Vitoria y Ondarroa.

“Por último, hacemos un llamado a las fuerzas abertzales, para que privilegien los intereses nacionales por sobre los partidarios, tendiendo los puentes necesarios que posibiliten poner en marcha una mesa de diálogo político para lograr la normalización política. Como así también, garantizar el derecho a decidir del pueblo vasco”.