Inseguridad: debate propuesto por un lector

El problema de los políticos es que no hacen política, sino que trabajan en su propio beneficio. Ellos están creídos que son de procedencia divina y llamados a dirigir a diferentes grupos de minusválidos. Poco les interesa el tema de la seguridad o inseguridad de los habitantes, a menos que haga peligrar su continuidad pública.

Siempre se ha mirado el árbol y no el bosque, es decir, trabajando en la
respuesta coyuntural y por presión de los medios de comunicación, promoviendo soluciones de corte mágico-legislativo con predilección en penalizar todo y en el uso de la fuerza.

Trabajar de esta manera, sobre el efecto y no la causa, es la
clave para el fracaso, el cual estamos viendo y seguiremos viendo en políticos que gobiernan con notable pereza intelectual y en beneficio particular y electoralista.

Debemos aceptar -no tolerar- que estamos frente a un fenómeno social, de ribetes violentos y criminales, como consecuencia de patrones de desigualdad y exclusión social, que el señor Estado como responsable tiene que revertir.

Por ello, la política de seguridad a la hora de ser diagnosticada y propuesta como acción, precisará una visión de desarrollo social, con respuestas estratégicas para toda la comunidad, y donde la administración de justicia en general, debe cumplir un papel fundamental.

En este contexto, debemos comprender que "mientras tanto" llevemos
adelante esta política de seguridad, basada en el desarrollo social, una persona -independientemente de su edad- como "El Angel" nos puede robar o matar, de manera tal que no debe disimularse, ocultarse o avergonzarse bajo el manto del "costo político", aplicar la fuerza legítima del Estado y proveer llegado el caso, a su encierro y contención hasta revertir su conducta.

El pleno ejercicio de los derechos humanos, implica una política de seguridad preponderantemente preventiva que contemple el uso pleno y legítimo por parte del Estado de sus instituciones encargadas de cumplir la Ley.


Enviado por Raúl Marcelo Cheves.