Matan de más de 50 puñaladas a joven agente penitenciario

Actuaron con excesiva saña. Y no le dieron tiempo a nada. Maximiliano Oscar Videla (24) tenía más de 50 puñaladas repartidas entre el pecho, el abdomen, sus brazos y la espalda. Así, pese al esfuerzo de un compañero, que lo llevó de urgencia hasta el hospital San Juan de Dios, ya era tarde. El joven, que vivía junto a sus padres y hermanos en una vivienda de Altos de San Lorenzo, fue atacado ayer a la madrugada en las calles 89 y 29 por un grupo de entre cinco y ocho personas y llegó muerto a ese nosocomio.

El informe de autopsia reflejó la multiplicidad de cortes y laceraciones que presentaba el cuerpo y, que desencadenaron el peor y trágico final, para esta nueva historia de inseguridad extrema en la Ciudad.

Si bien no hay confirmaciones respecto del móvil del hecho -la familia habla de un asalto y los investigadores de una discusión-, Videla, que había ingresado al Servicio Penitenciario bonaerense, hacía un año y medio, donde se desempeñaba como suboficial en la Alcaidía de los Tribunales de Lomas de Zamora, dejó a una pequeña de 10 meses sin padre y, a toda una familia destrozada de dolor, por la inesperada pérdida de un ser tan querido.

El violento episodio, según le contó ayer a este diario Ernesto Oscar Videla (47), padre de la víctima, ocurrió cerca de las 03.00 cuando su hijo, que además se desempeñaba como remisero, en una agencia de 22 y 89, fue a buscar a un pasajero a unas pocas cuadras, a bordo de su Ford Escort.

En ese interín y, antes de llegar a la dirección requerida, alcanzó a llamar por celular a su única hermana -tenía otros 5 hermanos-, a quien le comentó que, después de ese viaje, pensaba pasar por la casa a comer algo.

Sin embargo, nunca llegó a ese lugar, ya que, por motivos que se intentan determinar, Videla fue rodeado por varios sujetos, presumiblemente de corta edad y conocidos del barrio, al menos algunos de ellos, quienes "lo comenzaron a 'bardear'", señaló su padre.

"Eso lo pudo escuchar mi hija. Escuchó cuando alguien lo patoteaba, pero la comunicación se cortó. Al rato, nos enteramos de todo", recordó con sus ojos hinchados de tanto llorar.

UNA VIDA DE SACRIFICIO

Videla destacó que su hijo "era un laburador. Con sólo 24 años, se rompía 'el lomo' entre el Servicio Penitenciario, donde ganaba 1.200 pesos por mes, el remise y su verdadera pasión, los chicos".

Precisamente, según pudo saber EL DIA, el joven, que siempre jugó al fútbol en el club Alumni de Los Hornos, se hizo árbitro y se desempeñaba con gran suceso en los torneos de la Liga Independiente de Fútbol Infantil Platense Amateur (Lifipa).

"Era un apasionado de lo que hacía. Un chico simple, sin maldad. Quería crecer, tener algo para su hija. Pero lo mataron de la peor manera y, lo más triste, es que nadie vino a mi casa a dar la cara", se quejó el padre.

Ayer, en la vivienda familiar, ubicada en la calle 85 Nº 1362, entre 22 y 23, donde funciona un pequeño kiosco, que es atendido por la madre de la víctima, los rostros hablaban por sí solos.

Hubo abrazos interminables y, mucha impotencia, al no encontrarse una sola respuesta para tantos interrogantes.

"LOS OPERATIVOS NO SIRVEN"

Ernesto Oscar Videla, en medio de una inocultable desesperación, mencionó que los operativos que dispuso la Policía "no sirven. Los hacen de la avenida 72 para el centro, pero para el lado de la villa, no vienen nunca. Justo ayer a la madrugada, cuando ocurrió lo de 'Maxi', nos enteramos de que en la comisaría octava había dos móviles disponibles. Una locura. Y después, en el torneo de fútbol de 30 y 90, que es pago, siempre hay cinco patrulleros parados. Lo digo con conocimiento de causa, porque también soy árbitro".

"A mi hijo, se ve, le quisieron robar. No tenía las zapatillas puestas. Y por lo que sabemos, el que lo mató es hijo de un hombre, que habría pasado la mayor parte de su vida preso. Esa es la Justicia que tenemos, los derechos humanos", aclaró.

Anoche, de acuerdo a fuentes de la investigación, en la que tomó intervención la fiscal Leila Aguilar, no había detenidos por este caso, más allá de las pistas firmes que, trascendió, se lograron reunir respecto de los autores del crimen.

EL ÚLTIMO ADIÓS

Los restos de Maximiliano Oscar Videla eran velados en la madrugada de hoy en una cochería de la calle 12 entre 68 y 69, desde donde, a las 11.15, está prevista la partida del cortejo fúnebre hacia el Cementerio local