Internet: ¿el fin de la privacidad?

Una chica se saca una foto o se filma en actitud seductora, semidesnuda o desnuda y lo envía por mensaje multimedia al celular de un chico. El lo reenvía a sus amigos con o sin su consentimiento y ellos lo difunden por las redes sociales, por sitios web o por chat. Desde páginas que filman gente a escondidas hasta sitios para subir videos personales, en la era digital ya nadie parece escaparle a los ojos todopoderosos del ciberespacio. ¿Es realmente así?

"En la web hay una difusión excesiva de situaciones que hasta hace poco tiempo estaban reservadas a la esfera privada", apunta Javier Candotti, experto en seguridad informática y para quien la creciente tendencia de los menores que suben sus imágenes privadas a internet está impulsada "por cierta sensación de anonimato que genera el saberse con una audiencia tan gigantesca como desconocida".

El caso de las páginas que exhiben filmaciones realizadas con cámaras ocultas donde se ve a menores en ropa interior es todo un ejemplo y un fenómeno relativamente nuevo que inquieta a varios especialistas en el tema. Esta semana, por caso, el sitio "bailarinas y porristas" fue temporalmente cerrado tras una denuncia en la que se revelaba que en el foro de la página se subían imágenes de menores sin que ellas lo supieran.

Para intentar ponerle freno a esta situación, en junio pasado se sancionó la llamada ley de delitos informáticos que regula el tema en nuestro país. ¿Sirvió realmente para algo? "La norma le da ahora un caracter de delito penal a infracciones que antes no lo tenía", apunta Javier Díaz, decano de la facultad de Informática de la UNLP y para quien, a veces, "cuesta tomar real dimensión de los riesgos del ciberespacio".

¿Puede alguien más leer nuestros mails? ¿Y saber qué sitios web visitamos? ¿Es posible que una persona entre en nuestro equipo y se lleve archivos, mande correo electrónico o almacene allí información comprometedora? La bien arraigada fantasía de que somos anónimos en Internet ha recibido muchos golpes en el último año. Pero sigue ahí, firme. De algún modo, seguimos creyendo en que nadie nos espía, aun cuando las estadísticas indican lo contrario. Los estudios realizados por empresas de seguridad concluyen que entre el 80 y el 90% de las computadoras personales tienen alguna clase de spyware. Y el 70% de los virus, sostiene la empresa Panda Antivirus, están relacionados con el delito informático.

Pero no es lo único: así como la privacidad parece cada vez más jaqueada en las aguas del ciberespacio, la exposición excesiva de las vidas personales parece como se dijo otra de las tendencias que suman adeptos en los laberintos de Internet. Pocas modas ligadas a las nuevas tecnologías, de hecho, han experimentado un desarrollo tan gigantesco como la de los blogs o fotologs, esas páginas personales en donde cualquiera cuenta y muestra lo que quiere de su vida a cualquiera que le interese mirarla.

Gratuitos, fáciles de crear y de manejar, los weblogs o blogs ofrecen a cualquiera que tenga un conocimiento mínimo de Internet y de manejo de PC la posibilidad de crear un espacio donde se puede publicar "cualquier cosa". Según una encuesta de la Asociación Civil Chicos.net, de hecho, nueve de cada 10 adolescentes tiene celular y el 36% admitió que envía fotos suyas en poses provocativas.

Aunque las estadísticas quedan desactualizadas segundo a segundo, se estima que en la actualidad hay en funcionamiento más de 60 millones de blogs en todo el mundo. Y si bien se estima que cada segundo nace un nuevo blog en la Red, con la misma facilidad con la que salen al mundo virtual desaparecen. La gran mayoría no logra superar los dos meses de vida.

"Hay que generar más conciencia -sostiene Díaz-. Los chicos se intercambian datos personales sin cuidarse. Y muchas veces no caen en la cuenta del verdadero riesgo que están corriendo. En Internet, quieras o no, cuando mostrás algo se lo estás mostrando a todo el mundo".

RESPONSABLES

Hay quienes aseguran que las grandes compañías de internet tienen parte de responsabilidad en el fenómeno de las páginas dedicadas a difundir la sexualidad de los más chicos. Las empresas niegan tener tolerancia para con la pornografía infantil. Las críticas fueron tan feroces en su momento que incluso Yahoo decidió suspender en su portal todo material considerado pornográfico, incluso para mayores.