Venezuela: sí hubo nueva queja formal de empresas

El funcionario de la Cancillería y dirigente kirchnerista, Eduardo Sigal, confirmó hoy haber enviado un cable diplomático a sus superiores para que empresas argentinas, que habían sido excluidas, pueda participar de programas con el sector energético de Venezuela que estaba gestionando un miembro de la cartera de Julio De Vido.

El cable fue enviado el 25 de junio pasado a la embajada argentina en Venezuela, a su superior, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, y al canciller Héctor Timerman, ratificó Sigal.

Sin embargo, atribuyó la difusión del cable a la prensa a sectores de la diplomacia "interesados en enfrentar" a la Cancillería con el Ministerio de Planificación Federal, y negó la existencia de una "embajada paralela" o de gestiones paralelas habituales.

"El sentido del cable que yo envié apuntaba a la inclusión de empresas argentinas que me demandaron una gestión y yo lo transmití a la Embajada para ser incluido en un programa energético de Venezuela. Quería que todas las empresas que estaban en condiciones de hacerlo tengan posibilidades de competir", explicó el subsecretario de Integración Latinoamericana y Mercosur de la Cancillería.

Según informó este domingo el diario La Nación, en el cable Sigal habló de "una reunión paralela" que gestionó José María Olazagasti, ex secretario del ministro De Vido y actual jefe de Ceremonial del Ministerio de Planificación.

"Se hace referencia a una reunión paralela pero el significado es distinto al que se le dio. Hago alusión a la COBAN, que es la Comisión Binacional de Alto Nivel que funciona con funcionarios que hacen paralelamente reuniones con empresarios y que después acompañan los distintos programas de instalación en Venezuela de transferencia de tecnología", entre otras cuestiones, explicó el funcionario.

Sigal es el titular del Frente Grande, partido alineado con el oficialismo, y se desempeña desde el comienzo de la gestión de Néstor Kirchner en 2003 como subsecretario de Integración Económica Latinoamericana y Mercosur de la Cancillería. Consultado, ratificó su alineamiento y el de su partido, que por ejemplo promovió a Nilda Garré a ministra de Defensa, luego de haber sido precisamente embajadora en Venezuela.

"El diario La Nación está reproduciendo un cable que en mi opinión ha llegado allí porque se han violado los roles y límites en el Servicio Diplomático porque es un cable reservado. Lo que tiene claro es un sentido político para tratar de enfrentar a la Cancillería con otros ministerios", se quejó.

La difusión del aviso de Sigal a sus superiores se dio luego de que trascendieran los cables diplomáticos que envió el ex embajador en Caracas, Eduardo Sadous, quien denunció la existencia de una "embajada paralela" en Venezuela y también que se pedían coimas a empresarios argentinos que querían vender a ese país.

Sigal, sin embargo, transmitió la preocupación que le hicieron llegar por escrito los ejecutivos de Hidro-Grubert, dedicada a la producción de grúas y elevadoras hidráulicas, y EMA SA, que produce equipos electromecánicos, que habían sido excluidas de las gestiones encaradas con el Ministerio de Energía venezolana.

Su inquietud fue respondida por la Embajada venezolana, a cargo de Alicia Castro, pero no por sus superiores en la Cancillería.

"Mi responsabilidad a facilitar las condiciones para las exportaciones argentinas y vale la pena tener en cuenta que desde la época de Sadous en la embajada se ha pasado de generar en Venezuela 100 millones a 1500 millones de dólares para trabajos para argentinos e inversiones para Argentina", señaló Sigal.

En ese sentido, afirmó: "Esto fue un procedimiento normal dentro de lo que estaba establecido en los dos gobiernos. Yo pedía que estas empresas que hacen mas de 20 años sean incluidas en este programas pudieran seguir haciéndolo".

Según La Nación, las dos empresas, Hidro-Grubert y EMA, fueron perjudicadas porque poco antes se habían negado a entrar en una "operatoria" montada desde el Ministerio de Planificación y optaron por contactar en marzo de este año y por su cuenta a la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (Corpoelec).

En el negocio sí entró, entre otras, Electroingeniería, identificada con empresarios afines al Gobierno.

Finalmente, Sigal ratificó su "satisfacción" con el rumbo político tomado por los dos gobiernos kirchneristas de los que forma parte.