Opinan los lectores

Autopista y recitales en el Estadio

Jorge E. Gil expresa: “Deseo comentar algo que me ocurrió el 28/10; por razones personales debí viajar a Ezeiza y el regreso fue una odisea ya que salí a las 19:30 y llegué a mi casa en Berisso a las 22.15. Sucede que había un recital en el Estadio Unico de La Plata y ante la afluencia de público colapsó la Autopista. Desde ya que no fui el único. Pero esto me llamó a efectuar una reflexión: ¿las personas encargadas de Seguridad Vial, aparte de percibir multas por diversos motivos, no son capaces de organizar el tránsito como por ejemplo que los camiones no circulen dentro de esas horas pico? Como neófito en la materia pregunto si es tan difícil tomar decisiones que redunden en beneficio de los contribuyentes. Tienen varios antecedentes de recitales anteriores que no se cómo les habrá ido; en este les fue mal y lo viví personalmente. Espero que para los próximos eventos hagan más efectivo y menos penoso ese trayecto”.

Defensa de una docente

Juana Pastrana afirma: “Con profundo dolor leí la noticia sobre el desplazamiento de la directora de la Escuela Nº 8. Conozco la conducta ética, el profesionalismo y la trayectoria docente de la señora Alicia Lasca. Tengo el honor de haber seguido sus pasos en la carrera desarrollada y sé que ha llegado a ese cargo por sus valores, capacidad y sin dejar de lado sus inteligentes cualidades vocacionales.

“Fui docente especializada por vocación y con una veintena más de años de vida. Creo que se ha producido una equivocación, quizá por apresuramiento, y espero que todo se aclare. Antes de suspenderla, debieron investigar y corroborar los hechos. La verdad es clara y así se hará justicia como corresponde”.

Mantenimiento

Humberto Amerise indica: “Todo sigue como entonces, Argentina improvisada, autopistas como La Plata-Buenos Aires apedreada constantemente tanto los micros como los automóviles, falta de mantenimiento y de control; el paso de barreras donde es tierra de nadie, a pesar de tantas desgracias nada se hizo, muchos hasta sin barreras en todo el país; que importa el mantenimiento de vías y personal de control, edificios que se siguen derrumbando, algunos hasta sin autorización de construcción, donde es más importante sus réditos económicos que el derecho a la vida. ¿Qué podemos agregar?; que todo lo que pasa en los estadios deportivos, las barras bravas dueñas de todos los eventos, haciendo predominar la violencia, ¿quiénes son los que deben hacer mantener la cordura? quienes serían los supuestos responsables de mantener el respeto y la tranquilidad. Sin dudas podríamos enumerar cantidad de descontroles y falta de mantenimiento de estos y otros temas primordiales que con muy poco se podrían canalizar con soluciones que perduren en el tiempo, porque en otros países del mundo se cuida tanto lo logrado para bien de su gente y tienen un control estricto de su mantenimiento”.

Ecología e inversiones

Maximiliano Corradi escribe: “En el Süddeutsche Zeitung de Munich, uno de los diarios alemanes de mayor prestigio, se publicó un interesante artículo que comenzaba así: `los habitantes de los Andes tienen una relación religiosa con la naturaleza, lo que tampoco los conquistadores cristianos pudieron borrar`. De hecho si se leen las declaraciones del presidente boliviano en defensa de la Pacha Mama, no sólo los conquistadores se podrían sentir incómodos, pues su argumentación inculpa hoy día al mundo de las finanzas, al sistema económico e incluso a los representantes de la política y a la moral cristiana actual. El planeta es mucho más importante que las bolsas. Mientras Estados Unidos y Europa destinan 4.100 billones de dólares para salvar a los banqueros de una crisis que ellos mismos provocaron, a los programas vinculados al cambio climático les destinan sólo 13. Los sectores que más contribuyeron a deteriorar el medio ambiente son los que más se benefician de los programas vinculados al cambio climático”.

“República de los Mayores”

Marcos Attías expresa: “Cuantos de los 7.000 millones de habitantes ingresaran en la República de los Mayores, todos aquello que puedan sobrevivir a la voracidad de los osos hambrientos. Todos desde diferentes etapas de la vida van caminando indefectiblemente al mundo de los mayores y de la ancianidad, y usted lector es un futuro candidato a ingresar y lo hará con el pan debajo del brazo, si cuando estando en actividad se preocupó y ocupó de que la CGT los defiendan cuando pasen a la categoría de mayores, y no que los dejen abandonados al costado del camino. La República de los Mayores y de la Ancianidad, pide y exige un lugar en la CGT, en el Anses, en el Pami. Cada país debe tomar conciencia cierta de la realidad sobre la existencia presente y futura de la República de los Mayores y de la Ancianidad, para que se pueda legislar y proceder en la defensa de todos los habitantes que vayan ingresando, la cual será constante a medida que cada generación vayan madurando, y estos puedan estar cubiertos en todas sus necesidades. Postergar esta realidad sería una sangría en que se ha estado debatiendo la humanidad”.

Víctima de la inseguridad

Carolina Lustau señala: “El motivo de esta carta es poner en conocimiento de la sociedad el alto grado de inseguridad e impunidad al que nos vemos expuestos. El sábado 29 decidí pasar un rato de diversión con un grupo de amigos en el Bingo platense, estacioné mi auto en la esquina de diagonal 80 y 41, sin embargo a pesar del semáforo, las luces y la circulación constante de gente mi auto fue dañado y robado, el vidrio del lado del conductor estaba destrozado. Ante la conmoción recurrí a la ayuda policial y allí me di cuenta que no era la única, toda la cuadra había sufrido la misma suerte. Tratando de reparar mi vehículo di con otros afectados que habían pasado por lo mismo que yo, pero en otras calles aledañas, tanto sobre el diagonal como sobre la calle 43. Mi indignación fue tal, que cuando al comentar lo sucedido muchas personas me han comentado que estos sucesos se dan reiteradamente en estos sitios, lo mismo me comunicó la patrulla que se acercó al lugar, pero a pesar del conocimiento siguen sucediendo estos hechos. Me queda el consuelo de no haber llegado en el momento en que se daba el ilítico así no me mataban. ¡Gran consuelo nos queda!”.