Sigue internado ladrón golpeado en una panadería

El delincuente de 16 años que fue atacado a golpes por un grupo de clientes en la panadería de 13 y 32, el domingo pasado, continuaba internado al cierre de esta edición, con pronóstico reservado, en el hospital San Martín. Se supo que, a raíz de las graves heridas que recibió en la cabeza, debió ser intervenido quirúrgicamente y ahora se aguarda por su evolución.

Tal como informó este diario en su edición del lunes, el adolescente ingresó al comercio "Le Boin Pain" cerca de las 18.00 con un pistolón en mano, mientras su acompañante, que tenía una escopeta, se quedó en la puerta oficiando de "campana". El asaltante que estaba en el local se apoderó de la recaudación, hizo arrojar a una decena de clientes sus billeteras y celulares al piso, para después ordenarles que se tiren todos al suelo.

Y mientras recogía los elementos de valor, en un descuido, el delincuente fue reducido por algunos de los clientes, quienes se le abalanzaron y comenzaron a golpearlo en la cabeza hasta dejarlo malherido.

RELATO DE UNA PESADILLA

Una de las empleadas que estaba en el momento del grave episodio del domingo accedió en la tarde de ayer a relatar a EL DIA las dramáticas circunstancias que, por espacio de 10 minutos, se vivieron allí durante el frustrado intento de asalto.

La joven, que pidió no ser identificada, hizo saber inicialmente que "eran las seis de la tarde y acá estábamos trabajando cinco empleadas, cuando vimos que llegaron estos dos ladrones, de entre 16 y 17 años, ambos con ropa deportiva. Uno entró con un pistolón y el otro, que tenía una escopeta, se quedó en la vereda".

Siguiendo la secuencia de lo ocurrido, la vendedora luego reveló que "este pibe ya había agarrado la plata de la caja. Pero en un momento dado, bajó el pistolón para ponerse a levantar las billeteras que había en el piso y ese descuido fue aprovechado por tres clientes para tirársele encima".

DESGARRADOR TESTIMONIO

Por otra parte, Claudia, madre del ladrón agredido a golpes, reconoció ante la prensa que "mi hijo tiene antecedentes por robo", aunque aclaró que "en casa siempre le hablamos para que no lo haga".

Consignó además que "el domingo, cuando me avisaron de lo que pasó, fuimos a la panadería con dos hijas mías. Una de ellas lo vio tirado en el suelo y con la cabeza totalmente ensangrentada. Me miraba y se le caía la cabeza".

"No sé qué pasó en la panadería, si mi hijo robó o no. Pero si fue así, le pido perdón a la dueña y a las empleadas, pero no tendrían que haber permitido que le pegaran de esa manera. Le dieron una paliza para matarlo", sostuvo la mujer sin poder contener el llanto.

Por último, la madre del menor enfatizó que "ojalá que se recupere bien y mi idea es juntar dinero para irnos a vivir a Uruguay, cosa de comenzar otra vida para alejarlo del delito".