Lo que dejó la cena aniversario

La cena del 125º aniversario del club Gimnasia en el Pasaje Dardo Rocha se extendió hasta bien entrada la madrugada del domingo, en medio de situaciones que reafirmaron la pasión por el Decano del fútbol argentino.

Personalidades ligadas a la institución e invitados especiales de los más diversos ámbitos, le dieron forma a una celebración que se desarrolló a partir de un tema central que fue el Lobo, pasado, presente y futuro, y que finalizó cuando la música le abrió la puerta a la diversión.

Para repasar, y más allá de la previa, la cena en sí, y un video a la medida del hincha Tripero, aspectos sobre los cuales se informó en la edición anterior, quedaron episodios ligados a la sobremesa.

Una postal de la celebración permitiría ver el escenario justo en el medio del salón, frente al cual se instaló la mesa principal, en la que se ubicó el presidente Héctor Delmar y los invitados más destacados de la noche. A partir de eso, sobre la izquierda estuvieron las mesas pares y sobre la derecha las impares.

Como para ir identificando, en las mesas de la izquierda más próximas a la central se sentaron Enrique Lombardi, el presidente de Estudiantes, quien asistió acompañado por el vice Gerardo Viladeamigo; el director técnico Pedro Troglio y los entrenadores de juveniles Favio Fernández y Ariel Pereyra; y a continuación los mellizos Gustavo y Guillermo Barros Schelotto, verdaderas atracciones.

En determinado momento comenzó a sonar música de jazz, y a esa ritmo entraron en escena chicas que practican patín en el club de la calle 4, las cuales recorrieron el salón mostrando y ofreciendo camisetas albiazules en lo que fue una colecta en beneficio de las divisiones inferiores.

En un clima mucho más distendido, comenzaron a continuación los sorteos de indumentaria deportiva, y luego de eso un reconocido socio de Gimnasia, vinculado con el Colegio de Martilleros, junto a colegas, convirtieron el lugar en una verdadera sala de remate.

Aquí, en medio de situaciones que causaron gracia, se remataron varios lotes, por los cuales hubo socios que pagaron "muy buen dinero" por ser parte de actos verdaderamente soñados por el hincha común.

Sí, porque se subastaron "lotes" que incluyeron, por ejemplo, "un asado con el plantel" en la concentración de Estancia Chica, y "un viaje con el plantel" en oportunidad de algún partido.

La base de 100 pesos fue el comienzo de un ir y venir de ofertas que, entre risas, dejó una importante ayuda económica para el fútbol amateur del Lobo.

Finalizados los sorteos, la música ganó protagonismo e hizo aflojar los nudos de las corbatas en una noche que permitió confirmar que a 125 años de su fundación, Gimnasia continúa siendo un sinónimo de pasión.