Opinan los lectores

¿Qué les pasa a los bonaerenses?

Por Nicolás Piovano (*)

Después de haber asistido, como me lo indica mi moral y orgullosa condición de argentino, a los festejos patrios del 25 de Mayo y 9 de Julio, llegué muy decepcionado a mi casa porque, en especial en los Tedeums, donde las escuelas concurren con sus banderas, había muchas Banderas Argentina y casi ninguna Bandera Bonaerense.

La Bandera Bonaerense fue creada por un concurso realizado entre todas las escuelas de la Provincia. Cada pueblo se caracteriza por su Bandera ¿O quieren los bonaerenses ser iguales a los formoseños, a los misioneros o a los catamarqueños por solo nombrar algunos de los pueblos que gloriosamente habitan nuestro País?

Gracias a Dios, por mis actividades profesionales, conozco casi todo el mundo, y puedo asegurar, con escaso margen de error, que la provincia de Buenos Aires es casi el paraíso terrenal. Tiene de todo y para todos los gustos: llanuras muy extensas y fértiles, montañas, lagunas, ríos, mar, y todo lo realizado por bonaerenses, que brindaron al mundo los frutos de sus conocimientos.

Por eso, las autoridades deben tomar todos los recaudos para que enarbolen la Bandera que los identifica y que, así, todos los que habitan esta bendita provincia sientan el orgullo de ser bonaerenses.

El monumento que a la bajada de la Autopista dice bien grande: ¡La Plata Ciudad Capital sólo tiene dos banderas argentinas.

Creo que los dos amores terrenales más sublimes que tiene el hombre son la amistad y el amor al lugar donde nació o donde Dios le dio la vida, según su creencia.

Pero ayudemos un poco.

Bonaerenses: Cada pueblo se identifica, en este mundo, por su bandera”.

(*) Profesor

Rosanna Méndez Paz opina: “Con gran indignación he leído la nota del diario donde dice que la Cooperadora del Hospital de Niños de la ciudad de La Plata sale a pedir auxilio, buscando socios que paguen cuotas, y me da vergüenza que siendo uno de los hospitales más importantes de la Provincia tenga necesidades; hay plata, mucha plata para las campañas políticas, gastan en viajes, en protocolo, y en muchas cosas banales y lo más importante que es la educación y la salud quedan relegados, y no es el único hospital que pasa necesidades. Yo he ido al hospital San Juan de Dios y salí espantada; en un hospital que debe ser ejemplo de pulcritud y limpieza, vi paredes con humedad, descascaradas, con pastizales de un metro. Se debería hacer campaña proselitista haciendo buenas obras, y que se vean, entonces así podrán tener más credibilidad.”

Julio Rocabado dice: “En estos días que se habla de la recuperación de nuestros ferrocarriles y que aparentemente volverían a depender del Estado, quisiera hacer un poco de historia, corrían los años 1990-91 y en La Plata teníamos un taller modelo construido a imagen de uno de los mejores de Francia, pero en esa época en nuestro país existía el furor por las privatizaciones y lo cerraron. Un taller que costó muchos millones de dólares, con operarios especializados en la fabricación de todo tipo de aparatos de vía, agujas, contraagujas, reparación de corazones. En una oportunidad el taller fue visitado por el ex presidente y prometió su reactivación pero lamentablemente no cumplió. En estos tiempos en que tenemos un ministro que pondrá todo su empeño en la recuperación de la red ferroviaria, sería bueno que se diera una vueltita para darle una utilidad a toda esa maquinaria inactiva. El taller se llamaba Taller Vía y Obras Zona Sur-La Plata y está ubicado en 56 y 135.”

Rodolfo Briata opina: “Fue lamentable el hecho protagonizado por el candidato a Diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Frente Para la Victoria. En vez de dar ejemplo ante la sociedad, responde con prepotencia y soberbia, fue un transgresor de la ley, chapeando. Me da vergüenza ajena como argentino la actitud del Sr. Cabandié frente a la autoridad. Además es bochornoso cesantear a la funcionaria que actuó con responsabilidad y en forma proba, respetando la ley, no entra en mi razonamiento que semejante personaje se postule para una banca para el Congreso Nacional, porque hace muy mal a la Democracia, esencialmente a nuestro país, la Argentina.”

Gabriel Attilio dice: “Quiero denunciar, por medio de su diario, una situación anómala en el servicio del Banco de la Nación Argentina, sede central, ubicada en 7 y 48. El viernes 11 de octubre, debí concurrir a retirar una cantidad menor de dinero de una caja de ahorros, por la que, además, cobro mi sueldo docente. La sala central del banco, a las 10 de la mañana, era un hormiguero pateado. Jubilados, docentes, empleados provinciales, beneficiarios de planes sociales, todos amontonados, con pocas butacas para sentarse. Había sólo dos cajas para atender al público. (Normalmente hay doce). Los cajeros se movían en cámara lenta, charlando entre ellos, como en una plaza. Entré a las 10 y salí a las 13:15 mientras miraba abuelos agotados e ignorados, niños llorosos, mujeres embarazadas incómodas, indigentes agobiados. Sólo destaco a los guardias de seguridad que ordenaron las filas, separaron para atención más rápida a los discapacitados, muy ancianos y mujeres encinta. Me quedé pensando si nos castigan con nuestros sueldos, ahorros y jubilaciones.”

María J. Bacchi de Sibecas expresa: “He agotado todas las vías correspondientes para darle solución a este problema sin ningún resultado. Todo lo que pido es que se amplíe más el sumidero que está sobre la calle 17 casi 503; para ello recurrí a la delegación de Gonnet; al delegado que nunca pude encontrar, traté de enviar correo electrónico y me dijeron que no se manejaban con eso, por lo que decidí enviar una carta al correo de lectores con la esperanza de que alguien de la Municipalidad se entere. Todo lo que deseo es que esa boca se agrande, porque cuando llueve con mucha fuerza se junta el agua que viene desde el Belgrano y del Centenario; la calle 17 en esa esquina se inunda totalmente, ya pasé por la inundación de abril y otra que hubo posteriormente y espero no tener una tercera, sobre todo porque pago regularmente mis impuestos y merezco que alguien o alguna dependencia se haga cargo del problema.”