Complicada sesión en el Concejo Deliberante

El Honorable Concejo Deliberante de Quilmes (HCD) tuvo una sesión complicada ayer, cuando el hijo de la concejal Susy Paz insultó a viva voz al edil opositor Mario Sahagún, quien casi termina a las trompadas con el joven.

Otro de los temas complicados fue la instalación de una nueva reja en el ingreso al edificio del palacio municipal de Alberdi al 500. El oficialismo justifica la medida para evitar nuevos destrozos en el palacio como los ocurridos en la última ocupación de ATE; mientras que la oposición denuncia que es un intento de bloquear a los vecinos que pretendan ingresar al edificio para protestar o quejarse contra la actual administración municipal.

A su vez, la concejal Paz denunció públicamente que hace unas semanas la gente del SUTEBA, ATE y el MST, anduvieron por los pasillos con una picana asegurando que la habían traído para utilizarla con ella para ver si lograban hacerla cambiar de posición. Se llegó a este clima en el Concejo Deliberante tras discutir por la seguridad en el Distrito y reclamar de parte de la oposición la presencia del director del Centro de Operaciones Municipal en el recinto. Ante la negativa de los concejales oficialistas, los ediles opositores comenzaron a quejarse y trajeron a la discusión la instalación de unas nuevas rejas en el palacio comunal que literalmente bloquea el ingreso y egreso del edificio.

De allí se derivó a la sesión del viernes próximo, donde se debatirá la nueva fiscal y tributaria (2014), norma que contempla la aplicación de nuevos aumentos en las tasas, que la oposición denuncia que oscilan entre el 25% y el 66%, según sea la tasa y de acuerdo a la zona donde se encuentre el inmueble. Los legisladores oficialistas sospechan que los ediles críticos están convocando a los vecinos, a través de las redes sociales, a que se den cita en el edificio municipal para repudiar a los que voten a favor de la iniciativa. Los opositores por su parte, sostienen que el intendente prepara sus militantes, para hostigarlos en el recinto, y las rejas para no permitir la entrada de los vecinos que pretendan quejarse por los aumentos.

Luego de la acalorada discusión, los ediles aprobaron una incautación aduanera, que según explicó Migliaccio “vino a modo de donación al municipio y que será distribuida por el área social en los lugares de preferencia”.

El donativo consta de zapatillas, frazadas, ropa y otras cosas, que alcanzan un valor que ronda los 80 mil pesos