Según un estudio, Mordor pierde por carencia de vitamina D

Joseph A. Hopkinson y Nicholas S. Hopkinson deben haber sentido curiosidad al leer cómo un hobbit, pequeño y temeroso, podía vencer a un dragón milenario o a un espectro del Anillo.

La Tierra Media descrita por Tolkien estaba plagada de casos similares y algo no les cerraba a los científicos.

Entonces decidieron llevar el interrogante a un terreno bien conocidos por ellos: el de la medicina.

Así nació ""The hobbit - an unexpected deficiency" ("El Hobbit- una deficiencia inesperada"), un artículo publicado en el Medical Journal of Australia que examina brevemente el impacto que tiene sobre los orcos vivir bajo tierra con poca o nula luz solar, lo que les causó una carencia de vitamina D que pudo haber impactado en su capacidad de lucha.

"Realizamos un estudio piloto utilizando el análisis textual para extraer datos relacionados con hábitos diurnos, vivienda, exposición a la luz y la dieta de "The hobbit", de JRR Tolkien. Los protagonistas fueron identificados como buenos o malos y victorioso o derrotados en escalas binarias por consenso. La exposición al sol se puntúa de 3 (mucha) a 0 (ninguna) y la dieta se puntuó como 1 o 0. Estos se sumaron para dar una puntuación de vitamina D (rango, 0-4), y esta puntuación se relacionó con la capacidad de victoria", explicaron.

El estudio dio como resultado que "aquellos personajes buenos/vencedores poseen una gran cantidad de vitamina D, a diferencia de los malos/derrotados."

Sin embargo, aseguran que aún resta más trabajo para poder llegar a un consenso.

Para leer el trabajo completo, se puede ingresar a

https://www.mja.com.au/journal/2013/199/11/hobbit-unexpected-deficiency