Se viene un largo juicio oral con 28 imputados

LA IMÁGENES DEL HORROR QUE PERMANECEN EN LA MEMORIA DE LOS ARGENTINOS

Pese a que apoyaron la elevación de la causa a juicio oral, los familiares de las víctimas de la tragedia de Once temen que el proceso se demore más de un año hasta que puedan ver sentados a los 28 imputados en el banquillo de los acusados.

La mayoría de ellos son ex funcionarios y empresarios que enfrentan los cargos de “estrago doloso” y “fraude”.

También se encuentra imputado el maquinista Oscar Córdoba, quien deberá defenderse ante el Tribunal Oral Federal Nº 1, integrado por los jueces Oscar Almirante y Adrián Grunberg. Un tercer magistrado deberá incorporarse antes del juicio oral, según se informó en los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro.

El tribunal a cargo del juicio oral puede recibir nuevas pruebas tanto de los acusados como de las querellas y hacer una instrucción complementaria si lo cree necesario.

Los familiares de las víctimas creen que en la etapa que se abre podría ser llamado a declarar el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien no fue imputado por el juez Claudio Bonadío.

Distinta suerte tuvieron los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, quienes respondían a la jefatura política de De Vido. También se encuentran imputados, por penas de hasta once años de prisión, el ex subsecretario Antonio Luna; el ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Antonio Sicaro y su antecesor Pedro Ochoa Romero.

Por la parte empresaria irán a juicio oral los dueños de Trenes de Buenos Aires (TBA), Roque Ángel y Sergio Claudio Cirigliano; Carlos Ferrari y Jorge de los Reyes, presidente y vice del directorio de la concesionaria; y Oscar Gariboglio, segundo a cargo de la firma Cometrans. En la causa consta la destrucción de documentación de ambas empresas luego del accidente.

Luego del accidente de Once, el costo político lo pagó el secretario Schiavi, quien tuvo una intervención desafortunada ante la prensa al asegurar que la tragedia no hubiera sido tal si el choque se habría registrado en un día feriado.

Tras la renuncia de Schiavi, asumió como secretario de Transporte Alejandro Ramos. Pero meses más tarde la presidenta Cristina Kirchner le quitó injerencia a De Vido y pasó la dependencia a la órbita del Ministerio del Interior, a cargo de Florencio Randazzo.

Ocurrió luego de que comenzaran a trascender las cifras de los subsidios que beneficiaron a la empresa de los Cirigliano.