Tito Vilanova regresó a Barcelona

De sweatter oscuro, Vilanova, esta mañana, en el aeropuerto de Barcelona

El entrenador del Barcelona de España, Francesc "Tito" Vilanova, volvió hoy a la capital catalana tras permanecer poco más de dos meses en Nueva York, donde se sometió a un tratamiento contra el tumor que padece en la glándula parótida.

Vilanova llegó esta mañana al aeropuerto de El Prat en un vuelo directo desde Nueva York, después de que el club anunciase hace unas semanas que el entrenador llegaría por estas fechas tras concluir hace unos días la última sesión a la que se sometió para tratar el tumor.

No obstante, el DT no participará esta tarde en el entrenamiento del primer equipo, sesión en la que no se espera mucha presencia de jugadores, a raíz de los compromisos internacionales a nivel de selección.

De esta forma, Vilanova, que ya se encuentra en su casa, descansará sin haber fijado su regreso al trabajo, por lo que no está claro que este fin de semana se incorpore a la rutina del primer equipo, que jugará en el campo del Celta, precisó el club catalán.

Luego dos meses de tratamiento en Nueva York, tras reproducirse un tumor que padece en la glándula parótida, el día a día de Vilanova en estas primeras semanas no contempla un ingreso inmediato en la actividad rutinaria.

En su llegada a Barcelona el club catalán evitó la exposición pública del técnico, y por ello Vilanova abandonó el aeródromo por una salida no convencional, para evitar a los medios de comunicación que aguardaban desde primera hora de la mañana en El Prat.

En club catalán difundió unas imágenes del técnico en el aeropuerto en las que se veía a un sonriente Vilanova, flanqueado por sus ayudantes y por una pareja de la Guardia Civil.

En el viaje desde Nueva York, Vilanova estuvo acompañado por sus dos asistentes, Jordi Roura y Aureli Altimira, quienes lo pusieron al día de lo acontecido en estos dos últimos meses.

Precisamente Roura y Altimira serán, otra vez, quienes dirijan por la tarde la sesión de entrenamiento del Barça, tras unas jornadas de fiesta que han concedido a los pocos jugadores que se han quedado en Barcelona