Perdió todo en el temporal y a sus hijos no los dejaron viajar como escolares

Gustavo Jaramillo

A Gustavo Jaramillo ni se le cruzó por la cabeza que después de haber logrado salvar de milagro a su familia cuando el temporal y la inundación se les metió por la fuerza en su casa en 133 y 36, en el barrio San Carlos, perdiéndolo todo, a sus hijos no les permitirían viajar como escolares por no llevar puestos los guardapolvos.

Fue esta mañana, alrededor de las 7:30hs., cuando se subió al interno 94 de la línea Oeste, en 133 y 32. Sacó su boleto y cuando pidió dos escolares para sus hijos de 10 y 8 años, el chofer le dijo que tendría que sacarles un pasaje común porque, al no llevar puestos los guardapolvos, no podían viajar como escolares. Hubo una discusión y seguido un momento de tensión. Incluso, el resto de los pasajeros le hicieron saber al conductor del colectivo su descontento por la actitud que estaba tomando.

No hubo forma, pese a explicarles que hasta la ropa que él llevaba puesta se la habían prestado. "`Los nenes van a tener que pagar. Yo cuido mi trabajo´, me dijo". Jaramillo pagó uno de los boletos de sus hijos y el restante lo abonó una mujer ya que no tenía más saldo en la SUBE.

"A los chicos no les quedó ni un lápiz", contó el hombre, todavía ofuscado. "Me dijo `te bajás o te bajás´, pero como le dije que yo ya había sacado mi boleto me dijo: `entonces bajá a tus hijos´", agregó.

Cuando el lunes se subió a un colectivo por primera vez tras el temporal para llevar a sus hijos a la escuela no tuvo que dar explicaciones al chofer que lo llevó sobre por qué los chicos no tenían sus guardapolvos. Y aunque le comentó a la pasada que podía ser que alguno le hiciera un planteo, no creyó que realmente ocurriría. Fue cuestión de días