Otros análisis del fin de semana

EL SANATORIO DONDE ESTUVO CRISTINA, SIN MILITANTES K

Joaquín Morales Solá
LA NACION

“Sucedió en los últimos días una lección práctica de lo que significa el populismo en la economía. Es el gasto desmesurado e inmediato de los recursos del Estado. Es el presente continuo, cuando desaparece el porvenir”, dice Morales Solá. Se prefiere un progreso fugaz y se olvidan las necesidades profundas de la sociedad, agrega. “Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires dejaron a miles de personas sin las cosas acumuladas a lo largo de una vida. Las obras públicas que hubieran evitado esa catástrofe no se hicieron nunca”. Alude luego al informe de la AGN sobre el derroche de dinero en Aerolíneas. “El gasto público llegó a porcentajes inéditos del PBI. La presión tributaria supera el 45 por ciento de los ingresos. La masa de empleados públicos subió de 2,3 a 4 millones de empleados”. Y finaliza: “¿Cambiarán las cosas con el próximo gobierno? Seguro que sí. Ninguno de los candidatos actuales promueve la continuidad de las manías kirchneristas”.

Mario Wainfeld
PAGINA 12

Al recordar la caída del Muro de Berlín hace 25 años, Wainfeld sostiene que entonces “la derecha mundial atravesaba un gran momento”, con Thatcher en Inglaterra, y Reagan y el primer Bush en los Estados Unidos. El Papa Juan Pablo II “era un furibundo militante anticomunista” y destaca que “se hablaba por entonces de una revolución conservadora”. Pero esas concepciones y esa cultura cayó abruptamente en el mundo. “En nuestro país, por ahí, el siglo XXI comenzó cabalmente en diciembre de 2001”, dice. En ese contexto puede afirmarse que “los gobiernos kirchneristas son el capítulo argentino de una notable etapa regional. “Los gobiernos populares han conseguido mejorar las condiciones materiales de vida, disminuir la pobreza, combatir (con éxito diverso y siempre incompleto) la desigualdad, reparar daños de las décadas precedentes”, afirma. Luego asegura que “las elecciones recientes en Venezuela, Bolivia, Brasil y Uruguay ratifican la legitimidad ganada a pulso”.

Eduardo Van Der Kooy
CLARIN

“Varios candidatos y dirigentes han virado su atención en las últimas semanas hacia César Milani. Estarían temiendo que la campaña electoral pueda tener sorpresas, alteraciones y un baño de juego sucio”, opina Van Der Kooy, que reseña luego la carrera ascendente de este militar “respaldado” por Cristina. Dice que Massa estaría alertado “sobre la posibilidad de algún disturbio que afecte su figura y enturbie la campaña. El líder del Frente Renovador carga con dos antecedentes: los balazos contra su camioneta y el robo en su domicilio de Tigre, ambos durante el 2013”. Sostiene que “Massa no aparecería en esta alcantarilla política como el único perjudicado. ¿Acaso el tercer incendio intencional en un hipermercado propiedad del diputado radical santacruceño Eduardo Costa podría estar ligado a lo mismo?”. Añade que “el general, por decisión de Cristina Fernández, maneja desde hace años la inteligencia interior prohibida expresamente por la ley”.

Jorge Fernández Díaz
LA NACION

El columnista Fernández Díaz reseña el estado de ánimo de un constitucionalista “atildado, pacífico y gentil”, que un día, de pronto, “toma un micrófono, abandona su tono medido y lanza rayos y centellas por su boca”. Dicho en términos sencillos, agrega, “al hombre se le suelta la cadena”. Pero ese hombre, añade, es un constitucionalista culto que vino reparando, día tras día, cómo se violan la Constitución, las legislaciones fundamentales, los tratados internacionales y los principios de legalidad y separación de poderes. “Lo central, sin embargo, no es que Daniel Sabsay haya patinado con un pequeño error en su justa y larga catarsis de la impotencia, ni que Cristina Kirchner se haya o no recibido de abogada, sino que este proyecto político termine siendo el caballo de Troya de la democracia, que la sociedad sea mayoritariamente indolente ante semejante metamorfosis y que al cabo del ciclo los argentinos debamos enfrentar la dura realidad de una tierra jurídica arrasada”, afirma. Pero, concluye, “este atildado ingenuo, que tuvo su día de furia, cree sinceramente que la ciudadanía se está despertando ahora de ese coma profundo. ¿Será cierto?”.

Sergio Crivelli
LA PRENSA

“Ni la economía ni la política detectaron la ausencia de CFK”. titula su columna Crivelli. Y argumenta: “A pesar de que maneja un sistema de poder hiperconcentrado, su enfermedad pasó inadvertida. Ni los mercados, ni la dirigencia política la sintieron, porque toda la actividad está congelada”. Añade que “la decisión de convertir la ´película´ del proceso económico en una ´foto´ congelada hace tres años funcionó, aunque con consecuencias que recuerdan al último tramo de la década menemista”.