Entre 60 y 44, la avenida 1 está cada vez más congestionada

Foto: Alex Meckert

El eje de avenida 1 entre 44 y 60 muestra señales cada vez más evidentes de colapso en materia de tránsito, entre excesos, imprudencias y bloqueos

De los inconvenientes que se padecen a diario, en un tramo a cuya vera se encadenan colegios, sanatorios, facultades, dependencias policiales y el acceso al principal espacio verde de la Ciudad, hay algunos que entrañan peligro para peatones y conductores, y otros que se traducen en inusuales demoras para cubrir trayectos de un puñado de cuadras.

Entre los primeros, posibilitados por la ausencia de rambla o separador central entre 50 y 60, pueden citarse las frecuentes invasiones de la mano contraria de la avenida para realizar sobrepasos o “ganarle”al semáforo de giro a la izquierda existente en 1 y 50.

Entre los segundos, las “filas indias” que se forman a casi toda hora, particularmente durante jornadas de protestas callejeras, en la mano descendente de 1 entre 50 y 54. Allí, en sólo trescientos metros, confluyen las diagonales 77 y 78 con las avenidas 1, 51, 52, 53 e Iraola, los bulevares 51 y 53, y las calles 50 y 54.

A fines de 2010, la Comuna comenzó a estudiar diferentes propuestas para mejorar la dinámica de la zona, y en junio del año pasado decidió atacar los problemas con una batería de medidas: prohibió el estacionamiento en los días y horas de mayor circulación, entre 44 y 54, y reubicó las paradas de colectivos.

“En la avenida 1 se implementaron varias modificaciones, que evaluamos como positivas” subraya Alejandra Sturzenegger, titular de Modernización y Desarrollo local: “se inhabilitó el estacionamiento sobre 1 y en la rambla de 51 entre 1 y 2, se rediagramaron los giros a la izquierda, y se agregaron semáforos donde la ubicación de los preexistentes podía llegar a confundir, como en 1 y 54”.

“Creemos que actualmente no es peor ni más conflictiva que otras zonas de alta congestión vehicular, ya que se atraviesa en pocos minutos” sintetizó la funcionaria, “si bien es cierto que la mano descendente tiene un flujo vehicular mucho más fuerte que la otra”.

Ese desequilibrio se funda, entre otros factores, en que mientras la mano ascendente de 1, de la Estación hacia 60, tiene como colectoras inmediatas las calles 2 y 3, la mano descendente recién cuenta con la 4 y la 6; la primera suele estar cerrada entre 51 y 53 por cuestiones judiciales, y la segunda “sufre” ante cada marcha a la Casa de Gobierno.

En este contexto, los embotellamientos, sobrepasos “a cómo dé lugar” e invasiones de carriles -a la ausencia de separador se suma la de demarcación horizontal en el asfalto- siguen creciendo