El Mundial marcó también el ritmo de la política

MACRI EUFÓRICO CON UNO DE LOS GOLES DE MESSI

La Casa Rosada, a tono con las calles y otras oficinas públicas, quedó semivacía durante el trascendental partido de la Selección de fútbol ante Nigeria, por el Mundial de Brasil.

Pero en realidad, todo el arco político giró en el partido de ayer, aunque pudo haber excepciones; el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, estuvo en su despacho durante el partido, aunque sus asesores aseguraron que “mantuvo la agenda habitual” y que no prestó demasiada atención al televisor. En cambio, la presencia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue un secreto de Estado: ni su vocera, ni la vocera de la vocera (que suele atender el teléfono de la primera), supieron responder la inocente consulta sobre dónde estaría el funcionario durante el juego. Hasta se especuló con que semejante secretismo obedecía a un viaje relámpago del chaqueño a Porto Alegre, escenario del choque. No fue confirmado.

La presidenta Cristina Fernández, como es habitual a esa hora, permaneció en la residencia de Olivos sin que se diera a conocer alguna actividad pública por la tarde.

RADICALES Y MACRISTAS

Mientras, el cuarto piso de la sede del Comité Nacional de la UCR de la calle Alsina hace tiempo que cambió. De ser un lugar decaído, oscuro, casi sin uso, pasó a ser, tras una remodelación, un espacio moderno. Y ayer, ese ambiente se transformó en un búnker futbolero para ver el partido de Argentina-Nigeria.

Acompañado por todo su equipo de comunicación y dirigentes radicales como el ex senador Emilio Rached y Luis Borsani, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, fue el promotor del encuentro para vivenciar el desempeño del seleccionado argentino que logró su tercer triunfo en la Copa del Mundo en Brasil.

Al jefe radical le gustó la actuación del equipo de Sabella: “El seleccionado argentino jugó con una actitud muy diferente a los otros dos partidos. Los goles de Messi fueron muy importantes”.

Por su parte, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, vio el partido junto a parte de su gabinete y otros dirigentes del PRO, en la Plaza San Martín, donde se llegaron también centenares de vecinos. “Mucho se habló de los problemas que tuvo la Argentina en los primeros partidos, pero no hay que exagerar, porque a todos les está costando mucho cada partido. Holanda arrancó a toda máquina, pero después se complicó en el partido con Australia, lo mismo que Alemania, que terminó empatando casi de milagro con Ghana”, opinó Macri eufórico por los goles de Messi.