Cinturón de seguridad en el asiento trasero: siete de cada diez personas no lo utiliza

Pese a su falta de uso, el cinturón de seguridad en los asientos traseros también salvan vidas. Si bien el tema es una de las continuas advertencias en gran parte de las campañas de concientización vial la sociedad toma con liviandad este consejo. Según Seguridad Vial sólo 3 de cada 10 argentinos usan, en la parte trasera del vehículo, este método de prevención. BMW y Volvo estiman además que con solo usarlo, tanto atrás como adelante, se evitarían un 55% de las muertes en accidentes de tránsito.

El reciente accidente de la hija de "Titi" Fernández trae a colación nuevamente un tema que pareciera no tener importancia para la sociedad con una cifra que es alarmante: 7 personas de cada 10 prefieren no usar el cinturón de seguridad en los asientos traseros. Las cifras pertenecientes a Seguridad Vial indican además que de cada 10, 9 piensan que el asiento delantero les salvara la vida en caso de una eventual colisión y además estiman que atrás no corren tanto peligro. Sin embargo diferentes estudios que llevan adelante las empresas automovilísticas más importantes a nivel mundial demuestran tajantemente lo contrario.

Comprobaron que en el 70% de los casos de accidentes de tránsito graves los que viajan detrás mueren. Es que los individuos que deciden ocupar los asientos traseros de un automóvil, durante un viaje están expuestos inicialmente a dos peligros concretos si no utilizan el arnés que los sujeta a la carrocería del auto. Salir despedidos del auto por una frenada brusca o un choque. En el caso del vuelco están propensos a sufrir graves lesiones por los golpes contra las paredes de la estructura interna del automóvil además de la posible eyección del cuerpo hacia el exterior.

El cinturón de seguridad está considerado como el sistema de seguridad pasiva más efectivo jamás inventado. Además de usarlo, "Luchemos por la vida" recomienda una correcta disposición de sus partes a través del cuerpo. La organización señala expresamente que debe ser colocado una parte entre el cuello y el hombro y la otra cruzando por las caderas. No se debe hacer participar la parte blanda del abdomen y además se debe mantener pegado al cuerpo. Al sujetar el cuerpo por las partes duras, mediante un sistema de poleas y sensores de presión automáticos, este invento impide que el efecto inercia se propague haciendo que el cuerpo también se detenga ante un brusco descenso en la velocidad del auto.

Algo que no se debe dejar de tener en cuenta son los niños. Su pequeño tamaño y la común costumbre de viajar entre los dos asientos delanteros los convierte en potenciales "hombres balas". Aconsejan que además de ubicarlos en la parte posterior, se ajuste el cinturón a su medida para hacer más efectiva la prevención. En cuanto a los bebes las sillas además de una correcta instalación deben estar homologadas por las normas ISO 9000 para ser utilizadas.

LA INCERCIA NO SE TIENE EN CUENTA

Lo que no queda claro para gran parte de la población es el principio de inercia. Lo cierto es que cuando se viaja en un automóvil, en el espacio y el tiempo, se están moviendo dos objetos a la vez. Si bien el auto es quien genera la velocidad, nosotros dentro del mismo también nos desplazamos a la misma velocidad. Por tanto cuando ocurre un choque el auto se detiene bruscamente y baja su velocidad a 0 kph en menos de un segundo.

El individuo que trae una velocidad idéntica a la del auto antes de colisionar no puede frenar por lo que sale fuera del auto como si continuara con el recorrido. Los ocupantes que viajan atrás no son la excepción a las leyes de la física. Eso es lo que explica porque la gran mayoría sale por el parabrisas y no por la luneta trasera. Si bien existen casos, esto último, solo se da cuando ocurre un vuelco no siendo el único orificio para que el cuerpo sea arrojado hacia el exterior, en ocasiones las ventanillas también sirven como salida.

SALIR DESPEDIDO POR EL PARABRISAS

Un choque de un auto que circula a 100 kph, despide a un pasajero a 70 kph del vehículo. En el afortunado caso de no romperse el cuello contra el parabrisas cuando lo atraviesa corre importantes riesgos de caer de manera brusca en el piso o de ser arrollado por un coche. Según el estudio TEST CRUSH llevado adelante por la marca alemana BMW, cuando el auto alcanza los 80 kph el asiento delantero, que se cree es un método de protección para los ocupantes traseros, se convierte en un simple papel.

La persona que viaja detrás sale a una velocidad tal que puede traspasar una pared de madera lo que evidentemente permite doblegar el asiento. Además provoca serias lesiones al que viaje adelante ya que para los ocupantes delanteros recibir desde atrás el cuerpo de una persona de 60 kilos que viaja a una velocidad de 100 kph equivale a ser golpeado por una pluma de 1.200 kg.

EL VUELCO

Cuando un auto vuelca genera una energía equivalente a la que necesita un avión para despegar. El continuo rebote contra el chasis del auto muchas veces provoca la muerte instantánea del pasajero que no lleve el cinturón puesto. Esto equivale a recibir golpes de un boxeador de 120 kg con guantes de once onzas. Cuellos rotos, cráneos destrozados, roturas de costillas y posterior perforación de pulmones suelen ser las causas de las inminentes muertes.

Si bien existen posibilidades, la mayoría de los sobrevivientes sufre graves heridas que de no ser atendidas de manera rápida termina igualmente de la peor manera. Pero lo más temible es que la persona que no tiene ninguna posibilidad de controlar la situación sea despedida del interior del automóvil por alguna de las ventanillas, la luneta o alguna puerta que se abra. En gran parte de estos casos las consecuencias son fatales ya que las personas se exponen a una más larga lista de peligros. Ser arrollados por el mismo vehículo o por otro que justo circulaba cerca, golpear fuertemente contra el pavimento son los finales más comunes.

ES MI VIDA, NO TE METAS

En cuanto a los pretextos para no usar el cinturón de seguridad, tanto adelante como atrás, la mayoría de los consultados se excusa con argumentos que no tienen ningún fundamento. Entre las justificaciones más comunes figuran la supuesta protección que brinda el asiento delantero, manchas y arrugas en la ropa, injustificado uso en un viaje corto y porque podría dificultar el rescate a la hora de acontecer un accidente. Además declararon que sobre todo en taxis y remises los cinturones brillan por su ausencia ya que es una costumbre bastante frecuente que estos chóferes los quiten para evitar molestias

Así lo afirmaron León y Jessica, inspectores de Control Urbano quienes señalaron que lo típico es recibir la evasiva "Es mi vida. No te metas". "La respuesta que más sorpresa me causó fue la de una chica de unos 30 años que ante mi pregunta de por qué no usaba el cinturón me dijo que temía que el auto se incendiaria y quedar atrapada" contó Jessica.

Al respecto especialistas señalan que solo en el 2% de los accidentes un auto puede incendiarse. Además en caso de quedar atrapado nada impedirá que se corte la cinta para extraer a la víctima del vehículo, por tanto esa excusa no tiene fundamento. "Luchemos por la vida", explica que a pesar de la brevedad de los viajes 8 de cada 10 accidentes en Argentina ocurren en zonas urbanas por lo que es una mala decisión no protegerse con este arnés de seguridad. "Si la persona cree que su cinturón lo mancha, que lo lave. Y si cree que le arruga la ropa que la planche de nuevo. Para todo existe solución meno s para la muerte" concluyó León.

Por tanto todas estas explicaciones parecen echar por el piso el gran número de argumentos producto de la "increíble imaginación" de los conductores. Lo cierto es que el cinturón de seguridad salva muchas vidas. Más allá de los importantes avances tecnológicos que se han desarrollado en la industria automotriz, actualmente, el cinturón, sigue disfrutando del título de ser lo más seguro que existe dentro del auto