Opinan los lectores

El asfalto entre remedio y enfermedad

Raúl Paudidi manifiesta: “A los 2 días de que el diario publicara una carta mía sobre la destrucción del asfalto y el afloramiento del viejo adoquinado en la esquina de diagonal 80 y 116, se ‘reparó’ el problema usando, como en 116 y 43 y con los mismos espantosos resultados, esa mezcla de pedregullo con vituminoso. Rápidamente y con la primera lluvia, dos días después, el producto colocado empezó a salirse rápidamente, el enorme pozo empeoró y ahora es mucho más grande, pero lo peor es que hay centenares de piedras sueltas, muchas de las cuales salen volando a gran velocidad cuando son pisadas de determinada manera por algunos de los incontables vehículos de todo porte, incluidas decenas de micros, que transitan por allí; así se pone en riesgo la integridad de las personas. Pasó y pasa lo mismo en 43 y 116 donde sigue habiendo muchísimas piedras, una de las cuales causó la rotura de la ventanilla del auto de un vecino. Ha sido muchísimo peor el remedio que la enfermedad y se sigue insistiendo en tareas de bacheo con ese producto; es increíble.”

Jesús Ocampo opina: “Siguiendo el crecimiento de La Plata hacia el suroeste, el Barrio San Carlos en los alrededores de la plaza en 154 y 50, se está poblando rápidamente. Desde hace años solicitamos que en el edificio del ex Instituto Sor María Peletier, 155 entre 45 y 46, se habilite una escuela técnica, ya que las únicas ofertas educativas públicas son una escuela media en 22 entre 48 y 49 y una escuela agraria sobre la ruta 36; que se retiren los vehículos en el predio limitado por las calles 155 y 158 y 49 y 52; que se construyan las cloacas; que se construya una vereda paralela a la 155 entre 44 y 60; y mayor seguridad. Seguimos solicitando a las autoridades que se habilite la escuela técnica: dado el crecimiento demográfico señalado, es imprescindible en la región; se establezca una Comisaría en la zona: dependemos del Destacamento Unión, y la construcción de cloacas: es vergonzoso que en pleno siglo XXI no existan en la capital del primer Estado argentino. Agradecemos la construcción de la vereda en curso y el inicio del retiro de los vehículos. Sería lindo que allí se cree un espacio público para solaz de las familias del barrio y sus niñas y niños.”

Marcelo Brea opina: “Días pasados transitando por distintos barrios de la ciudad, me crucé con un patrullero de la Federal, cuya patente era G, y con varias Ford Ranger, patente N de la policía de la Pcia. de Bs. As. El móvil de la Federal inmaculado a pesar de sus años, y las chatas de la Pcia. todas ya con destrozos, que ni a propósito un humano responsable les ocasionaría. En otra oportunidad de otro participante de esta sección, leí sobre el cementerio de patrulleros, cientos por caso que se pudren sin que nadie haga nada, en un depósito de Tolosa. Lo que no se entiende es que Granados no le ponga un corte a esto, y que haga responsables a los que manejan dichos móviles, que existan severas sanciones para los irresponsables, para que los que los destrozan sean sancionados, y que de cada informe que elaboren de cada operativo, salga qué móvil justifica una rotura por un choque contra un móvil con delincuentes o por una persecución a éstos, pero que el resto, los que no puedan justificar los destrozos, a los cientos de móviles que ponen en sus manos, sean sancionados y que con quitas en sus haberes respondan por el daño generado al erario público.”

Valentín Abelenda Carrillo manifiesta: “El ‘trabajo’ de un Papa no se limita ya a gobernar la Iglesia, sino a anunciar a Dios a un mundo orgulloso de su progreso material, pero sacudido por terribles guerras e injusticias, y una angustiosa epidemia de vacío y soledad. Juan Pablo II, testigo de los crímenes del nazismo y el comunismo, insistió en un mensaje que bien podría asociarse también al pontificado de Juan XXIII: que el mal no tiene la última palabra, porque el amor de Dios es más fuerte. Ese es el sentido del trabajo que está desarrollando el Papa Francisco, como hemos podido observar estos últimos días, una de las frases que de este viaje se ha entresacado advierte de la idolatría de la riqueza, dicho en un país que emerge con fuerza.”

Juan Antonio Vázquez dice: “Según la Biblia (Juan 14.6) ‘Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí’. EL DIA (09 junio 2013) informó que el Papa Francisco reclamó por las instituciones democráticas. Mi enfoque agnóstico: ¿El Dios de la Biblia aprueba al sistema democrático, o al socialista, o al capitalista o a otros sistemas ideológicos? ¿Cuáles serían los versículos de la Biblia, de El Corán, del Libro de Mormón, de los Vedas y de otros textos religiosos compatibles con la letra y el espíritu jurídico democrático de cada Nación? Sería excelente que los jefes teocráticos mundiales digan cuáles son los párrafos teológicos, si los hubiera, que serían anacrónicos y violentos contra los deberes y derechos humanos universales declarados por la Organización de las Naciones Unidas. Las iglesias cristianas aducen que Jesús es el Mesías y los judíos replican que no lo es; entonces, ¿quiénes dicen la verdad si la hubiera? Por las dudas seguiré agnóstico; otras religiones arguyen que son las únicas verdaderas y santas”.

Javier A. Rodríguez señala: “Parece estar demostrado que los tres poderes del Estado argentino deberían tener la misma importancia, transparencia y resultados cuantificables para mostrar, pero sin embargo, el Poder Ejecutivo es el que sobresale y ostenta más poder que los otros. En fin, considero que el ejecutivo, el legislativo y el judicial, deberían tener acceso a una similar cantidad de recursos tanto económicos como humanos, y ser entendibles desde lo comunicacional, para la mayor parte posible de los argentinos. Pues la distancia o frecuencia de interacción social entre el pueblo y los poderosos, es cada vez más grande. Me parece que nos estamos manejando con sensaciones, apariencias, y resoluciones momentáneas que varían cada vez más rápido. Antes, se establecían pactos, reglas, leyes, escritos o contratos, y como bases firmes para construir la mayoría del futuro, cuando ahora sin embargo, dichas fortalezas parecen estar para cada vez un menor número de privilegiados.”