Panadería de Parque Castelli sufrió el décimo robo y los dueños están hartos

MERCEDES ZALLA, MADRE DE LA DUEÑA DEL LOCAL DE 67 Y 23

“Me robaron por décima vez. Cuando vino la policía a ver qué había pasado, me dijeron que no podían hacer nada. Los terminé echando”. Así resumió Mercedes Zalla (55), madre de la dueña de una panadería de 67 y 23, la sensación que le quedó tras el último robo en ese local, ocurrido ayer en la madrugada.

Los desconocidos primero intentaron forzar la puerta principal, pero al final optaron por violentar una lateral. Por allí revisaron el negocio, se robaron la plata de la caja y una notebook. Hasta intentaron recorrer la cuadra, creyendo que había elementos de valor.

Las víctimas descubrieron el hecho ayer a las 5.30, a la hora de encender los hornos. “Todo tirado” era el panorama general.

“Llamé al 911 y vinieron. Como me decían que no se puede hacer nada les pedí explicaciones y les dije que me estaban tomando el pelo, o que por lo menos buscaran alguna huella”, relató Mercedes ayer a la tarde, todavía enfurecida.

Para contextualizar este hecho no hubo que hurgar demasiado. Un cliente y vecino aportó también su experiencia: “Hace poco más de un mes, a las 7 de la tarde, entraron en mi casa. A mi mujer la molieron a patadas y a mi nena de cinco años le apuntaron con un arma. Todo para robarse 20 pesos”, contó el hombre.

Los dos coincidieron en que “los robos en el barrio pasan todos los días y nadie los puede parar”. Hace 10 días fue uno de los últimos antecedentes, en un kiosco.

“¿Cómo se puede trabajar tranquilo así? No nos dejan. Ya estamos cansados de hacer denuncias que al final tampoco sirvieron. La policía no nos lleva el apunte”, disparó Mercedes.