Opinan los lectores

Aspiraciones para el 2015

Humberto Amerise señala: “Por un 2015 por la vida, recordando que para no dejar entrar el mal en nuestros corazones hay una práctica antigua, pero muy buena, el examen de conciencia (Papa Francisco); en busca de un mundo digno de vivir. Quienes viven en un país en guerra harán actividades diferentes que quienes lo hacen en una zona pacífica, y quienes vivan en un lugar inseguro, pobre, sin educación, salud y trabajo, desarrollarán una vida cotidiana mucho más sacrificada que quienes habiten en un lugar próspero. Por un 2015 dándole valor en su verdadera dimensión, sin distinción de razas, credos, colores políticos; rechazar, repudiar, cualquier amenaza a la misma vida humana, como necesidad y respeto inigualable. Por un 2015 en donde se solidifique el amor. La vida es única e irreemplazable, nos iremos de este mundo de la misma manera que llegamos, ni el poder, ni el dinero, ni la arrogancia y los privilegios, ni la soberbia podrán cambiar este universo. No se comprende últimamente el alarmante desprecio por la vida.”

Jesús Ocampo opina: “Las características de la muerte del fiscal Nisman trajeron a mi memoria las muertes de un funcionario en Uruguay, Iván Heyn, subsecretario de Comercio Exterior de Argentina, hallado sin vida en su hotel durante una cumbre del Mercosur, el 21/12/2011; y de otro en Bolivia, el cónsul adjunto argentino en la ciudad de Yacuiba, Antonio Deimundo Escobal, hallado ahorcado en un dormitorio de la sede consular, el 28/12/2011, ambos fallecidos al inicio del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández. Como ciudadano espero que los referentes de los partidos políticos en el Congreso nacional y las/os aspirantes a ocupar la Presidencia, se reúnan y nos propongan las acciones que se ejecutarán para terminar con las muertes dudosas y esclarecer todas aquellas sucedidas en democracia, además de la desaparición forzosa del testigo Julio López, para lograr la efectiva resolución de las causas judiciales relacionadas con los atentados terroristas, con el terrorismo de Estado, y con la corrupción y el enriquecimiento ilícito.”

Gustavo Páez expresa: “El 20 de octubre EL DIA publica una carta de lectores de mi autoría que decía ‘Para muestra, basta un botón’ en relación a la no acción de ABSA sobre una pérdida de agua en calle 115 entre 62 y 63. A casi 100 días de esa nota y a 220 días del primer reclamo ABSA derramó 1 millón de litros de agua potable, arruinó dos tilos (del arbolado fundacional) que se pudrieron de raíz y socavó el suelo, produciendo la rotura y hundimiento del hormigón de la calle 115. Los interminables reclamos no parecen tener eficiencia, el servicio es pésimo, el patrimonio se destruye y el costo de reparación se transforma en irracional, definición que le cabe al comportamiento de la empresa prestadora de servicio y a toda institución que debiera hacer cumplir las obligaciones que a cada uno le debería corresponder.”

Agustín Gustavo Sánchez dice: “Quiero denunciar a quienes están a cargo del Juzgado Administrativo de infracciones de la Provincia, ya que desde el miércoles 14 de enero se encuentra cerrado por refacciones, no habiendo nadie en el edificio que pudiera decir hasta cuándo no abre; se sumó el 0800 222 0024 para consultas para ahondar más las dudas ya que los recepcionistas desconocen la situación. Esto causa enojos y reproches. Yo me viene desde Quilmes pero llegan personas de todas partes (Tigre, Berazategui, capital federal y otros) para intentar solucionar sus problemas de retención de licencias, infracciones, dificultad de renovar la licencia por multas hechas por cinemómetro que, dicho sea de paso, algunos que no están homologados por el INTI.”

Susana Bautista Hualde refiere: “Todo lo sólido se desvanece en el aire, de acuerdo a lo afirmado por Marshall Berman en su interesante libro, eso parece ser lo que sucede en La Plata con edificios y monumentos patrimoniales. Sólo señalaré algunos: el portal de entrada al Bosque que en 1915 fue demolido inexplicablemente. El bello casco de la estancia de Martín Iraola y su bosque plantado de alrededor de 60 hectáreas existentes antes de la fundación de la ciudad de las diagonales y naranjos, expropiados, poco y nada se sabe de la desaparición del edificio. Y para no alejarme demasiado de la zona imaginemos el Mercado en calles 48, 49, 3 y 4: inaugurado en 1886 funcionó exitosamente durante mucho tiempo en la distribución de alimentos para la población platense. En total estado de abandono durante años, hoy sólo quedan unos pequeños muros del imponente edificio diseñado por el ingeniero Segui. Patrimonio arquitectónico que se desvaneció en la memoria de sus habitantes. Pero no todo está perdido, bienvenido el progreso, en un desarrollo armónico, construir sin destruir, preservar y transmitir los valores patrimoniales, ellos serán la herencia a nuestros descendientes y el vínculo entre pasado, presente y futuro.”

Martha Betti de Melicchio escribe: “El 26/12/2014, murió el gran pintor del siglo XX y parte del siglo XXI Vito Campanella. No obtuvo la gloria de otros artistas, pero sin dudarlo fue uno de nuestros más destacados pintores; sus obras conmueven y crean una visión onírica y surrealista, plasmada en la tela con su mano maestra. Quiero rendir mi humilde homenaje con estas líneas, a un artista incomparable.”

Carlos Alberto Berisa indica: “Confieso que desde siempre me interesó conocer el origen de las palabras o de las frases, y leyendo a Daniel Balmaceda me encontré que este escritor intentó explicar las distintas interpretaciones dadas en el tiempo sobre la frase ‘perdido como turco en la neblina’. Empezó diciendo que el perdido en la neblina era una especie de luciérnaga o cocuyo existente en el noroeste del país, luego para pasar a un ‘otomano’ también perdido en ese fenómeno climatológico. Desde tiempo supe y luego lo corroboré, que ‘turca’ en español significa borrachera y que el escritor Zimerman alguna vez escribió que el origen de ese dicho se debía a una historia comentada en España, cuando el Rey Carlos IV prohibió en las tabernas del reino ‘bautizar’ el vino, para llamarlo al ‘puro’ vino turco y desde entonces quién puede estar más desorientado que el que tomó un poco de más, aunque supere la prueba de alcoholemia. Creo que ahí está la explicación.”