La canción ante todo

El rockero español Leiva, que el fin de semana pasado fue el invitado de Joaquín Sabina en su presentación en el festival de Villa María, consideró que con su disco “Monstruos” buscó “defender la canción por encima de cualquier estilo”.

Leiva presentará, además, su disco “Monstruos” el 7 de junio en el Teatro Opera junto a su banda, que incluye grandes canciones como “El último incendio”, “Guerra Mundial”, “Sincericidio”, “Electricidad”, “Medicina”, “San Sebastián–Madrid” y “Palermo No Es Hollywood”, donde el cantautor deja sentado su amor por Buenos Aires y por la Argentina.

Sobre “Monstruos”, Leiva afirmó que “ha pasado el tiempo y siempre defiendo a la canción por encima del estilo, no me he parado a ponerle un traje demasiado nuevo al disco, quería a la banda en directo, melodías en directo”.

El madrileño lleva ya varios shows en su país presentando el disco y consideró que “suena muy bien en vivo, a somos cuatro tipos tocando y algunos metales y algún mellotron y de hecho está muy fácil llevar las cosas al vivo, ha sido todo muy natural”.

Sobre su rol de cantautor, Leiva detalló que “siempre cada año que pasa me doy cuenta de lo importante que es contar historias, el desafío es contar algo, me he reconciliado conmigo mismo, he dejado de tener presión de lo que la gente espera de mí. Me he desprendido del equipaje y me reconciliado conmigo y estoy hablando de mucha lucha contra fantasmas que me he creado”.

A la hora de hablar de las letras, Leiva elude la comparación con el escritor estadounidense Raymond Carver que le han adjudicado algunos medios españoles. “Parecerme un poquito a Carver sería algo muy grande y desproporcionado, me fijo en contadores de historias con bandas como Steve Earle, George Harrison, Luis Alberto Spinetta con Pescado Rabioso, la gente que cuenta cosas con música y con banda, con una banda detrás, me seduce mucho”.

“De alguna manera suelo escribir sobre las cosas que me emocionan, historias pequeñas y cotidianas, cosas que pasan desapercibidas. Hablar de política en mi país, tal y como están las cosas, no me produce ninguna emoción más que hastío y decepción. No quería trasladar ese hastío al disco. Lo sufro como ciudadano”, añadió.

Aunque Leiva indicó al actual gobierno conservador español “lo sufro mucho, coincido con Arturo Pérez Reverte, y me afecta mucho este gobierno porque tenemos gobernantes que no le dan ninguna importancia a la cultura, estamos desprotegidos a todos los niveles, no hay nada de movida. Este gobierno no tiene ningún compromiso con la cultura, la educación y la salud pública”.

Además de un año en el que preparó el disco, Leiva tuvo un gran trabajo como productor ya que se encargó de la mitad del trabajo nuevo del argentino Abel PIntos y luego produjo entero el nuevo álbum de Joaquín Sabina “Lo Niego todo”.

En el caso de “11”, el trabajo de Pintos, Leiva detalló que “con Abel fue muy natural, no lo conocía mucho, solo lo vi en un par de shows y salimos a cenar, vino a ver los shows y yo vi uno de él. El vino a España me llamó estuvimos componiendo y de manera desinteresada hicimos música y tomamos cerveza, y luego me propuso producir, desde donde me lo pidió, también fue un trabajo de canciones con cuatro acordes, empezamos de cero. Fue muy lindo el proceso, fue muy valiente trabajar con los Pintos, nos juntamos sin prejuicios y salieron hermosas canciones”.

Luego de esa colaboración con Pintos, Leiva término “Monstruos” y no pudo tomarse vacaciones porque “me llamo Joaquín y me propuso hacer el disco juntos, que hiciéramos las canciones juntos, nos sentamos con Benjamín Prado y nos pusimos que era hacer un disco de cero, no quería hacer armar canciones tomadas del cajón de archivo de Joaquín, quería hacer todas canciones nuevas”.

“Lo que buscamos es entrarle a un nuevo camino sonoro, nuevas tonalidades, pasar por caminos por donde no ha pasado, tocando con otra banda, que no era la suya. Joaquín confió y se dejó llevar y tiene paciencia. Hay un reggae en el disco y gasta eso, también metimos mucho slide, hay canciones muy Bob Dylan, otras más Rolling Stone, algunas huellas de Gram Parsons y de Leonard Cohen, pero todo suena a Joaquin, él le pone su impronta, suena mas que nunca a Joaquín”, agregó.

En el estudio, Leiva trabajó con el NIño Bruno como baterista, colaborador de Andrés Calamaro, Carlos Raya en guitarras, Candy Caramelo e Iván González en bajo, César Pop en teclados y Ariel Rot aportando guitarras y coros, con Joe Blaney como ingeniero. Blaney grabó discos de Charly García y de Calamaro.