Un playero al hospital por un asalto salvaje

Otra estación de servicio donde se dio un caso de inseguridad violento se produjo en Gonnet, en donde uno de los empleados asaltados terminó internado con la cabeza partida de un golpe.

Hacia las 3.30 de la madrugada de ayer, casi nadie andaba por camino Belgrano entre 492 y 493. Dos ladrones en moto sacaron ventaja de esa situación y frenaron en ese playón.

Con media cara oculta, entre viseras y capuchas, los delincuentes redujeron a las víctimas a punta de pistola.

Al comienzo, todo se dio como lo querían los delincuentes: consiguieron embolsar la plata de la recaudación -no trascendió cuánta era- con facilidad.

El problema surgió cuando, además, pretendieron quitarles los celulares y sus otras pertenencias a los playeros.

A uno le quitaron todo lo que tenía, mientras que el otro ofreció una resistencia y eso generó un “forcejeo”, según explicó Jorge, un compañero de ellos.

Su actitud le valió que lo castigaran a culatazos en la cabeza. Tan fuerte le pegaron, que le abrieron un corte de varios centímetros por el que debieron darle entre tres y cuatro puntos de sutura.

Al muchacho lo atendieron en la guardia del hospital de Gonnet, prácticamente a la misma hora que otro playero era asistido por el mismo cuadro, por un robo cometido a pocos kilómetros, en Tolosa (ver nota principal).

Los asaltantes se escaparon con el botín tan rápido como les fue posible. Se escabulleron por las calles de la localidad y para la policía, alertada de inmediato, fue imposible ubicarlos.

Personal de la división Científica de esa fuerza trabajó en el lugar en busca de elementos que permitan identificarlos.

En esa estación hay cámaras de seguridad, que aportarían material valioso en ese sentido, a pesar de que los ladrones hicieron todo lo posible para taparse los rostros.

Jorge añadió que esta fue la primera vez que ocurre un robo en ese playón, al cabo de dos años.

una modalidad recurrente

Los motochorros que concretan robos en un par de minutos tienen a las estaciones de servicio como uno de sus puntos predilectos.

Un antecedente cercano se dio el martes a las 6.15 de la mañana, cuando robaron bajo esa modalidad en una “Shell” que funciona en diagonal 74 y 116.

Esa vez, fue un solo ladrón. El dueño del local confirmó que el delincuente irrumpió de manera “muy agresiva”. Mientras les apuntaba con una pistola a dos empleadas, caminó hacia ellas y les pegó.

Todo pasó cerca del cambio de turno. Así, el asaltante se pudo apoderar de la recaudación de la madrugada, que las víctimas tenían en billeteras.

La maniobra duró dos o tres minutos. Uno de los momentos más tensos se vivió cuando el sujeto “amenazaba de muerte a una de las mujeres si no le daban más plata”, señaló el encargado.