Aplastante victoria de Delmar

“Viejos son los trapos” le dijo Cacho a un joven socio cuando arribó por segunda vez a la Sede a las 19:35, quince minutos después que se diera por cerrado el acto electoral. La espera amenazaba con ser larga y tensionada, pero Héctor Delmar tenía una confianza granítica y a quien se le arrimaba le aseguraba a viva voz: “Vamos a ganar doblando la cantidad de votos de lo que van a sacar las otras dos listas”. Quienes lo escuchaban sonreían y le palmeaban la espalda como declarándolo ganador, pero no por semejante diferencia. Y lo cierto es que Cacho se equivocó, porque la diferencia que se sacó a sus contrincantes fue aun más amplia, lo que le da una absoluta legitimidad a su triunfo y una gran gobernabilidad al dirigente más longevo que tiene hoy el fútbol argentino.

El acto electoral arrancó con demoras. Lo que estaba pautado para la apertura de mesas a las 9, se trasladó hasta casi las 10 por diferencias en el padrón final y algunas indicaciones a los fiscales de las distintas listas que demoraron el inicio del acto electoral.

De los candidatos, el primero en llegar a emitir su voto fue Héctor Atilio Delmar, quien debió sufragar en la mesa 11. Quien lo siguió fue Antonio Daniel Papasodaro, que lo hizo en la mesa 15 y por último, pero siempre antes del mediodía, Carlos Gaskín, quien lo hizo en la mesa 12.

Los vitalicios fueron los que mayor madrugaron y antes antes de las 13 horas habían concurrido en muy buen número hasta la Sede de calle 4, entre los que se encontraron el ex presidente, Juan José Muñoz y el hoy presidente saliente, Walter Gisande, quien arribó a las 11:30 y tras sufragar se estrechó en un abrazo con el candidato Carlos Gaskín, a quien le deseó suerte.

Entre tanto, en los bunkers de cada candidato comenzaban a sacar las cuentas a boca de urna y los datos que llegaban a la sede de calle 4 hablaban de una victoria ajustada de Delmar, con posibilidades de Gaskín de acomodarse con el aporte de los socios plenos.

Pero ni bien a las 19:20 se cerraron las puertas y se comenzó a abrir una a una las urnas, la sola ausencia de Carlos Gaskín en el hall central de la sede hacía presagiar lo que finalmente ocurriría.

Cacho, con absoluta elegancia, se hizo notar apenas pisó la Sede con una seguridad implacable. Daniel Papasodaro también se hizo presente, escuchó los resultados de las primeras tres mesas y se alejó del lugar. Los números que llegaban eran contundentes, pero se esperaba el resultado de la mesa 20, de los socios plenos, para ver si la proyección se revertía.

Pero no. Cuando a las 20:20 se supo que Delmar también doblaba a sus contrincantes entre los socios plenos, el “Gimnasiá Gimnasiá” ganó el hall de la sede, y Cacho se sintió más ganador que nunca, y algunas lágrimas nublaron su vista.

“Cacho querido, el Lobo está contigo”, “De la mano de Cacho vamos a ganar, y la vuelta vamos a dar” o el clásico “Dale Lobo Dale Loooo, y dale Lobo dale loooooo” acompañan los pasos lentos del nuevo presidente del Lobo, al tiempo que se produjo el primer y único encontronazo de la jornada, cuando desde el hall comenzaron a cantar “No importa en que cancha juguemos...”, y tuvo una respuesta inmediata en quienes estaban fuera de la Sede, que comenzaron a gritar contra la posibilidad de jugar fuera del Bosque, y contra el ex presidente Muñoz, lo que provocó una inmediata reacción de quienes desde dentro de la sede respondieron con el lapidario “Parecen Pinchas la P.. que los P...”

Lo que le siguió fue la apertura de todas las urnas al mismo tiempo, ya que no había necesidad de tantos resguardos para el conteo final, y luego la Asamblea General Ordinaria que proclamara a los nuevos directivos en una jornada historia para el club por la gran participación del socio.