El oficio de UAI Urquiza fue demasiado para Camba

Cambaceres no pudo repetir lo hecho en la jornada inaugural, y ayer, ante su gente, dejó pasar una buena oportunidad de seguir sumando, al perder por 2-0 frente a la UAI Urquiza, un rival de oficio y bien estructurado, que redondeó un trabajo prácticamente sin grietas.

Para el equipo de Ensenada, fue una actuación con decepción, que generó bronca y fastidio en los jugadores y también en el cuerpo técnico.

Cambaceres arrancó con ganas y entusiasmo, pero no consiguió controlar el partido, como se lo había propuesto. La UAI Urquiza, un equipo con oficio y bien estructurado, llegó hasta Ensenada con la consigna de no perder. Y hacia ese objetivo apuntó.

De entrada, nomás, se plantó mejor en el terreno de juego, y a partir del trabajo de los volantes (se destacó Monzón y también Mariano Quillutay, ex del Rojo), construyó una tarea realmente sólida ante un rival impreciso, que tuvo muy poco juego, sobre todo, de tres cuartos de cancha hacia adelante.

Burgos, un jugador que por lo general se desempeña como "enganche", volvió a ser dupla en ataque junto a Pelosi, pero aportó poco y nada. El Furgón, en cambio, se animó en cada pelota. Tuvo otra predisposición en la ofensiva, y además, contó con el aporte de Héctor Amarilla, un verdadero dolor de cabeza para la defensa del Rojo.

El partido en sí fue de trámite discreto, pero dentro de ese contexto, el oficio y la claridad de la UAI Urquiza fue demasiado para un Cambaceres que no tuvo respuestas, por más que haya puesto empeño y sacrificio en cada pelota.

A los 42, Arias Navarro debió abandonar rápido el área para neutralizar una arremetida de Amarilla. Sin embargo, a los 44, el propio Amarilla, aprovechó un descuido defensivo, y definió con un toque corto.

CON OTRA ACTITUD, PERO...

Cambaceres salió con otra actitud a jugar la parte final. Adelantó las líneas y buscó cortarle el circuito de juego a los de Villa Lynch. Lo hizo a cuenta gotas, pero la UAI Urquiza, con el oficio que lo caracteriza, exhibió otras variantes, por eso, cada vez que pisó el área, desnudó las falencia defensivas del Rojo.

El ingreso de Sergio Valenti fue para darle mayor peso al ataque, pero no fue suficiente, porque el equipo prácticamente no llegó a lastimar. A los 22, Amarilla, otra vez atento y oportunista, aprovechó un desacierto en la última línea y facturó.

Para Cambaceres, fue un verdadero mazazo. Una decepción... Los intentos por alcanzar el descuento quedaron en la nada. Ni el cabezazo de Adrián Jones en el travesaño, a los 30, pudo encender la luz del milagro.

Para los de Ensenada, fue un bajón haber dejado pasar esta chance de sumar de a tres. Si bien la historia recién comienza, deberá trabajar fuerte para mejorar y demostrar que tiene elementos suficientes para pelear cosas importantes.

La UAI Urquiza hizo su negocio. No fue nada especulativo, por eso se llevó de Ensenada una victoria que lo deposita en lo más alto de las posiciones.