Cambaceres no le encontró la vuelta y apenas empató

Defensores de Cambaceres no pudo repetir las últimas actuaciones, y terminó por conformarse con un empate sin goles frente a Excursionistas, en un partido pendiente de la 26ª fecha del torneo de Primera C, que se disputó ayer en la cancha de la UAI Urquiza (el Rojo hizo las veces de local), a puertas cerradas. En el otro cotejo atrasado, Talleres y Leandro Alem, próximo rival de Camba, también igualaron sin abrir el marcador.

Con esta paridad, los dirigidos por Cristian Aldirico cortaron una racha de tres victorias consecutivas (Liniers, Midland y Talleres de Remedios de Escalada), aunque ahora arrastran cuatro encuentros sin derrotas.

Los 45 minutos iniciales fueron un verdadero fiasco. Los dos equipos se preocuparon más por no cometer errores que por generar situaciones de riesgo. Por eso, el partido se tornó aburrido, monótono y sin emociones.

Camba, con dos líneas de cuatro bien definidas y priorizando el orden táctico, se plantó de contra. Sin embargo, no fue preciso con la pelota ni tampoco se mostró punzante a la hora de atacar.

Excursionistas fue algo mejor, sobre todo en el trato del balón, pero tampoco se le cayó una idea como para inquietar a Arias Navarro.

Recién a los 30 minutos se produjo la primera aproximación de peligro. Y fue para los del Bajo. Gerling se desprendió de su marca y consiguió mandar un centro preciso, pero el cabezazo de Quintana fue desviado por el arquero.

Cambaceres también tuvo su oportunidad (la única). Contraataque conducido por Eloy Colombano; habilitación para Nicolás Kissner, centro por bajo y Sergio Valenti que no pudo conectar.

Cambaceres se adelantó varios metros en el complemento, pero siguió equivocando el camino. Y Excursio, con algunos chispazos de Quintana y del capitán Gerling, comenzó a mostrarse más ambicioso, a partir de los 20.

De a poco, los dirigidos técnicamente por Gustavo Cisneros fueron marcando el camino ante un rival que no tuvo la explosión de los últimos compromisos.

Sin embargo, y después de la media hora, el Rojo, con más empeño y empuje que otra cosa, esbozó una tibia reacción, pero no fue suficiente. En el epílogo, sufrió las embestidas de la visita, aunque el resultado se tornaría inalterable.