Polémica restauración de una estatua de Ana Frank

La desafortunada restauración de una escultura de Ana Frank en Córdoba desató una polémica entre el artista que la elaboró y un arquitecto que la refaccionó, a raíz de la desproporción que presenta la nueva obra.

La escultura en homenaje a la adolescente judía que relató en su diario íntimo los dos años y medio que pasó ocultándose de los nazis, había sido decapitada durante una manifestación hace diez meses, y ahora enfrenta al escultor Carlos Belveder y al arquitecto y ex presidente de la DAIA cordobesa, Isaac Nahmias.

En las redes sociales estallaron las burlas y muchos bautizaron la nueva obra como "el Ecce Homo argentino", ya que el caso recuerda al de la anciana que decidió restaurar un antiguo cuadro de Jesucristo en una iglesia de Borja (España), con cuestionables resultados.

Ahora incluso intervino la Municipalidad de Córdoba, que cuestionó que Nahmias entregase "una cabeza provisoria", algo que nunca ocurrió, para reponer la imagen original.

La intendencia también se comprometió a acompañar a la DAIA para "buscar la mejor solución posible" en el conflicto, según indicó la subsecretaria de Cultura municipal, Paula Beaulieu.

El artista Belveder comentó hoy a radio Cadena 3 que "es una burla lo que se exhibe ahora. Difiere mucho de la obra inicial. Hubieran agarrado una foto aunque sea...".

"Hace unos días iba con mi esposa en el auto y cuando pasamos frente a la estatua vi que le habían puesto algo nuevo arriba y pensé que le estaban haciendo el cuello. Pero cuando llegamos cerca vi que era una cabeza, de tamaño mínimo", añadió.

"Parecía que a Ana Frank la había agarrado un jíbaro", agregó.

El escultor remarcó que es el autor original de la obra por lo que advirtió que para la refacción "deberían haberme convocado. No voy a polemizar más del tema. Si hay que restaurarla, me gustaría ser yo quien sea el encargado".

Además, aclaró que años atrás "Nahmias hizo el emplazamiento y yo la obra”.

“Él me pidió que si podía poner su firma. Accedí en su momento, y así fue, pero no participó de la obra: fue 100 por ciento mía”, dijo.

En medio de la controversia que desencadenó la mala restauración, la presidenta actual de la DAIA cordobesa, Ana Glaser, explicó que se lo convocó a Nahmias para la refacción porque "el conocimiento que teníamos con este tema es que el arquitecto Nahmias es el autor de la obra. Es lo que figura en nuestros antecedentes".

Por eso, dijo, "cuando la obra fue destruida, nos dirigimos hacia él para la restauración".

A su vez, la subsecretaria de Cultura, Paula Beaulieu, aclaró que ninguno de los autores "puede volver a tocar esa cabeza sin autorización; sería ilegal que un ciudadano altere patrimonio público".

Y criticó también a Nahmias al señalar que "esto que ha pasado, de que nos hagan una cabeza provisoria, no tiene antecedentes. No hay precedentes de una situación como esta. Además esta situación no está contemplada jurídicamente".

"Vamos a acompañar a la DAIA para buscar la mejor solución posible”, añadió la funcionaria capitalina